
Carmen Gloria Rodríguez Santana, directora de la Casa de Colón

Carmen Gloria Rodríguez Santana, directora de la Casa de Colón

Carmen Gloria Rodríguez Santana, directora de la Casa de Colón
ENTREVISTA CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA, DIRECTORA DE LA CASA DE COLÓN “EL FUTURO MUBEA SUPONE PARA LA CASA DE COLÓN UN PUNTO DE INFLEXIÓN QUE OBLIGA A RECONSIDERAR SU PAPEL EN LA CIUDAD Y LA ISLA”
Con motivo del Día Internacional de los Museos, ofrecemos una serie de entrevistas realizadas a los directores y directoras de los museos insulares que gestiona la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario.
Carmen Gloria Rodríguez Santana es la directora de la Casa de Colón desde el año 2023. Fue antes conservadora y directora del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, centro también gestionado por la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, cargo que ocupó en 2014. Desde el año 2005 es conservadora de museos del Cabildo de Gran Canaria. Tanto sus trabajos de investigación histórica como también los consagrados a la difusión del patrimonio cultural han sido publicados, tanto en monografías como en artículos en revistas especializadas o de divulgación. También fue profesora del Máster Interuniversitario de Arqueología (Universidad de La Laguna y Universidad de Las Palmas de Gran Canaria), en los que impartió las materias vinculadas con la Museología.
Tras asumir la dirección de Casa de Colón en diciembre de 2023, sucediendo a Elena Acosta después de 32 años al frente, ¿cómo ha sido el proceso de adaptación y cuáles han sido sus primeras impresiones al liderar esta institución emblemática?
El proceso de adaptación no es sencillo, pues se trata de un equipamiento con características muy distintas a las del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada.
Destacaría las vinculadas con los recursos humanos, mucho más numeroso en la Casa de Colón, la complejidad de la infraestructura en sí misma (desde la circulación de visitantes, hasta la distribución espacial del equipo humano y de las funciones que este desarrolla), las cifras de público, etc. En definitiva, la primera impresión es que hay que escuchar, apoyarse en quienes llevan mucho tiempo en este centro y, sobre todo, estudiar, estudiar y estudiar en el más amplio sentido del término
Algo relevante en esa etapa de adaptación ha sido el intento de conciliar una programación variada que el público espera y que ha sido un emblema de la Casa. Caracterizada por su visibilidad y dinamismo, con la necesidad de ir reconduciendo los objetivos que me había marcado y que había consensuado con la consejera de Cultura, Guacimara Medina, antes de solicitar esta dirección.
Ha mencionado la importancia de introducir un enfoque descolonial en la narrativa del museo. ¿Qué cambios específicos está implementando para lograr esta transformación en la interpretación histórica de la Casa de Colón?
En realidad, introducir un enfoque descolonial supone desarrollar una narrativa crítica con el complejo proceso histórico que desencadena el descubrimiento del continente americano para las monarquías ibéricas a finales del siglo XV.
Lo importante es resignificar un espacio que estoy convencida (hablo en mi nombre, pero es una aspiración compartida por el equipo técnico del centro) de que precisa una nueva orientación que ahonde en explicar tres fenómenos claves para entender nuestra realidad: la primera mundialización, la occidentalización que esta acarrea y el mestizaje entendido de una forma mucho más compleja que hasta ahora (encerrado en calificativos como biológico o cultural).
Con la próxima apertura del Museo de Bellas Artes de Gran Canaria (MUBEA), ¿cómo se está preparando la Casa de Colón para este nuevo contexto museístico y qué papel jugará en la redistribución de colecciones y recursos?
Es evidente que para la Casa de Colón supone un punto de inflexión que obliga justamente a reconsiderar cuál es el papel que puede ocupar este centro en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y en la Isla.
Aproximadamente el 95% de la colección que custodia será trasladada al nuevo equipamiento y la Casa de Colón deberá articular su nueva museología y museografía con bienes culturales propios, pero también con depósitos temporales de larga duración de otros museos como, por ejemplo, el Museo de América, dependiente del Ministerio de Cultura.
Ha expresado su intención de reducir la cantidad de actividades para enfocarse en programas más profundos y vinculados a la colección. ¿Podría compartir ejemplos de cómo se está llevando a cabo esta nueva estrategia?
Pongo dos ejemplos concretos. Las exposiciones temporales se están centrando en destacar la relevancia de la Colección (en mayúsculas, pues nos referimos al conjunto de bienes del Cabildo de Gran Canaria custodiados en la Casa de Colón).
Desde el pasado año, cada exposición lleva aparejada un conjunto de programas destinado a los centros educativos y a distintos tipos de público experto, infantil o familiar y con formatos muy variados. Entre los que destacaría los que se llevan a cabo en las propias salas, que propicia relaciones más cercanas, más íntimas con el público. Destacaría igualmente el programa que, bajo el título ‘Desvelar la exposición’, permite desentrañar el largo proceso que culmina con la inauguración de una muestra.
Otro programa se centra en la singularidad de este edificio que, tras sucesivas remodelaciones, unifica conceptualmente nueve viviendas, creando una edificación que ocupa una manzana con enormes contradicciones funcionales.
‘Construir narrativas audiovisuales para la Casa de Colón’ se concibió en el otoño pasado como un taller dirigido a personas adultas que participan durante seis semanas en una serie de sesiones que les permiten dialogar, al amparo de la arquitectura de este inmueble, sobre temáticas de actualidad vinculadas a la Casa de Colón.
Dado su deseo de aumentar la participación de la comunidad local, ¿qué iniciativas específicas está desarrollando para atraer a los residentes de Las Palmas de Gran Canaria y fomentar su conexión con el museo?
Si bien los programas públicos estables atraen a un público variado en el que la comunidad local se va haciendo un hueco a la hora de disfrutar en este espacio para también hacerlo suyo, aún queda mucho camino en la definición museológica y museográfica que permita avanzar de forma decidida en esa vía.
Considerando su experiencia previa en Cueva Pintada, ¿cómo está aplicando tus conocimientos en educación patrimonial para mejorar la accesibilidad y el alcance educativo de Casa de Colón?
Debo confesar que uno de los programas desarrollado en el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, concretamente el ‘Cueva Pintada TEAcoge’, dirigido justamente a personas con Trastorno del Espectro del Autismo (que visitan el museo ya con sus familias, con sus asociaciones o con los centros educativos) también está siendo implantado en este espacio bajo el mismo paraguas: ‘Colón TEAcoge’. Del mismo modo, se está iniciando un programa para incorporar el enorme conocimiento que tienen las personas mayores de Vegueta, lugar donde se encuentra la Casa de Colón.
¿Está estableciendo alianzas con otras instituciones para emprender esta renovación museológica o para enriquecer la programación del museo y ampliar su impacto en la comunidad?
Sí, por supuesto, es imposible abordar esta tarea sin contar con alianzas. Es el mejor camino para alcanzar los objetivos que nos marcamos.
Aunque hay programas que han supuesto una fructífera colaboración con la universidad (por ejemplo, el mencionado ‘Colón TEAcoge’, está desarrollado con la ULPGC).
Nos hemos volcado en estrechar lazos con otras instituciones museísticas, ya que estamos en un momento crítico compartido y es el momento de dialogar y enriquecerse mutuamente. No existen fórmulas que puedan ser aplicadas de forma automática, pero sí líneas de actuación y ejemplos inspiradores.
¿Cuáles han sido los principales retos que ha enfrentado desde que asumió la dirección y cómo los está abordando para asegurar el éxito de su gestión?
El principal reto que ya tiene una primera plasmación es el estudio técnico de usos y circulación del equipamiento, que racionaliza los flujos y amplía la accesibilidad física en la Casa.
El segundo, el de incrementar la colección de bienes culturales a partir de los cuales construir nuevas narrativas que encajen en esas temáticas que deseamos abordar. La relación que se han establecido con el Museo de América es, sin duda, el pilar fundamental para analizar la posibilidad de tener bienes culturales en depósito. La riqueza de los fondos museísticos que poseen y la disponibilidad del equipo directivo para trabajar en esta línea, tanto su director Andrés Gutiérrez Usillos, como la subdirectora, Beatriz Robledo Sanz, es esencial a día de hoy para la Casa de Colón.
En cualquier caso, también defendemos que ese incremento de colecciones debe apostar por una búsqueda mucho más proactiva de la que se ha desarrollado hasta el momento, pues consideramos indispensable contar con fondos propios, además de esos préstamos temporales.
Es importante precisar que no se perseguirá atesorar un enorme número de piezas. Se trata de buscar aquellas que, por su singularidad, puedan convertirse en ejes a partir de los cuales desarrollar una narrativa que incorpore las problemáticas históricas que queremos abordar en las salas.
Por último, en el marco del Plan Estratégico de los Departamentos de Educación y Acción Cultural desarrollado por la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, iniciamos en breve el Plan de los Programas Educativos, Públicos y Sociales de la Casa de Colón.
El objetivo de este Plan es llevar a cabo un diagnóstico de la oferta existente hasta la actualidad, ordenarla y, posteriormente, analizar dónde es preciso incidir para generar una propuesta que incorpore los valores inherentes a la sociedad de este siglo XXI y que vemos peligrar de una forma que nunca hubiéramos sospechado.
¿Está incorporando herramientas digitales o tecnológicas en la experiencia museística para facilitar el acceso y la interacción del público con las colecciones y exposiciones?
No, aún es pronto para hablar de qué herramientas digitales o tecnológicas pueden enriquecer la experiencia museística en la Casa de Colón. Lo primero es definir qué relato se desea articular y cómo deseamos abordarlo.
Solo posteriormente estaremos en disposición de definir las necesidades museográficas en las distintas salas y cuáles serán las mejores herramientas que será necesario concebir. En algunos casos bastará una pieza destacada, en otras, una sofisticada proyección o un dispositivo interactivo, sin excluir los soportes más clásicos y enormemente eficaces en la comunicación e interpretación de contenidos, como pueden ser maquetas, esquemas o ilustraciones
¿Cuáles son sus objetivos a medio y largo plazo para la Casa de Colón y qué legado le gustaría dejar al término de tu gestión?
Aunque ambicioso, uno de mis objetivos se centra en lograr un equipamiento en el que los accesos y la circulación de personas sean más armónicos.
El número de visitantes y de participantes en las variadas propuestas de la Casa de Colón, como son: un taller infantil o familiar, visitas para colectivos en riesgo de exclusión social, conferencias, un programa de danza o de música concebido para una celebración específica…, supone gestionar unos flujos muy importantes de personas.
En esa nueva configuración será igualmente destacado el uso que se otorgue a los distintos ámbitos del equipamiento, tanto en las áreas públicas (las salas de exposiciones permanente y temporal, el salón de actos, los patios…) como privadas (oficinas, depósitos, áreas de mantenimiento, dependencias técnicas…).
Otro objetivo está íntimamente ligado al anterior: definir las grandes líneas de la exposición permanente de la Casa de Colón y también la de exposiciones temporales. El trabajo vinculado al Arte, desde muy variadas perspectivas, ha sido un eje destacado en la trayectoria de este museo. Toda esta línea será desarrollada próximamente por el MUBEA. Es, pues, urgente definir las nuevas temáticas que serán abordadas en la Casa.
Y así llego a otro de los objetivos: la elaboración del Plan de Programas Públicos, Educativos y Sociales, tal y como he evocado con antelación.
Un objetivo clave es que esta planificación sea el fruto de un trabajo de equipo. La fecha de mi jubilación no está tan lejana y estos proyectos no pueden ser personales, deben ser elaborados y asumidos desde el centro y el Servicio de Museos para que puedan convertirse en una realidad. Un proyecto personalista no tiene cabida ni en mi forma de trabajar, no tiene interés alguno, puesto que no conduce a ningún lado.
Una ambición que quizás es menos confesable: confío en que la pasión y el afecto sean los ejes desde los que el equipo de la Casa de Colón aborde estos desafíos, porque sin ellos nada tiene sentido, ni en Cultura ni en otros ámbitos de la vida.