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Noticia: La exposición ‘Me llevo el recuerdo’ conmemora en la Casa-Museo Tomás Morales de Moya el centenario de la llegada de Unamuno a Canarias

26 de septiembre de 2024

La exposición literaria y fotográfica ’Me llevo el recuerdo: Unamuno en Canarias’ conmemora el primer centenario del destierro de Miguel de Unamuno en Canarias con una selección de textos del autor vasco y fotografías de la época, así como bibliografía y documentos que se conservan en el Archivo-Biblioteca de la Casa-Museo Tomás Morales de Moya, sede de esta muestra que será inaugurada a las 12:00 horas el día 13 de septiembre y que podrá visitarse hasta el día 12 de enero del próximo año.

Entre los diversos textos de Unamuno referidos a Canarias, cuyos extractos pueden verse en la muestra, sobresalen los artículos “La Gran Canaria”, donde se recogen las impresiones de la excursión que realizó por Teror, Moya, Tejeda y Artenara, y “La Laguna de Tenerife”, ambos de su libro Por tierras de Portugal y España, publicado en 1911.

Las imágenes que acompañan a los textos, pertenecientes al Archivo de Fotografía Histórica de la FEDAC, se convierten así en el hilo conductor de la muestra que comisaría María del Rosario Henríquez Santana sobre este importante autor de la Generación del 98, que residió en Fuerteventura durante cuatro meses de 1924, castigado por el régimen de Primo de Rivera, de quien fue látigo impenitente. Con tal motivo, la citada Casa-Museo, perteneciente a la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario, se suma a tan importante efeméride. La muestra puede ser visitada gratuitamente de 10:00 a 13:00 horas, de martes a domingos.

Brisa ligera y comida sana

Unamuno tiene 59 años cuando pone el pie en Fuerteventura acompañado por el político, abogado y periodista Rodrigo Soriano. En su biografía, Jean-Claude Rabaté, hispanista, profesor emérito de la Universidad Sorbona Nueva y autor, junto a su esposa, de una ambiciosa biografía sobre el escritor bilbaíno, señala que Unamuno sufre en Fuerteventura por estar separado de los suyos, pero se siente enseguida atraído por el lugar; ensalza el clima (“una eterna primavera”), la brisa ligera y la comida buena y muy sana. “La isla es de una pobreza triste; algo así como unas Hurdes marítimas”, escribe. “Es una desolación. Apenas si hay arbolado y escasea el agua. Se parece a La Mancha. Pero no es tan malo como nos lo habían pintado. El paisaje es triste y desolado, pero tiene hermosura. Estas colinas peladas parecen jorobas de camellos y en ellas se recorta el contorno de éstos. Es una tierra acamellada. Ayer hicimos la primera excursión en auto a la Antigua. Haremos alguna en camello”.

El escritor, filósofo y docente Miguel de Unamuno estuvo en las Islas Canarias en dos ocasiones; la primera en 1910, en calidad de mantenedor de los I Juegos Florales de Las Palmas, en los que resultó ganador, precisamente, el poeta Tomás Morales; y la segunda en 1924, como confinado político en la isla de Fuerteventura.

Es esta segunda experiencia la que se rememora con esta exposición que lleva asociadas, además, diferentes actividades a lo largo de los próximos meses, como visitas guiadas a la Casa-Museo Tomás Morales o la organización de un taller relacionado con la afición de Unamuno a la papiroflexia.

Tomando como elemento de inspiración la habilidad del escritor para elaborar pajaritas de papel, el taller invita a sus participantes a crear figuritas mediante la técnica del doblado de papel y decorarlas con palabras o dibujos de manera libre, inspirados precisamente en la costumbre de Unamuno.

Esta afición fue denominada por Unamuno ‘cocotología’, relacionada con el sustantivo francés ‘cocotte’, que hace alusión a la pajarita, y del sufijo griego ‘logos’, que significa conocimiento; una práctica que el autor, con su particular humor, definía como “una ciencia perfecta”.

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