Noticia: La cantante Esther Ovejero presenta el día 10 de septiembre en el Encuentro de Música Teresa de Bolívar de Teror su espectáculo Chaveleando
9 de septiembre de 2016
¿Cómo definirías la contribución musical que Chavela Vargas ha legado a la humanidad?
Yo creo que Chavela canta con todo su ser. Para mí, sin duda, es la Chavela más vieja, la llena de vivencias, la que llega más al público. Consiguió hacer de las canciones populares de la tierra que la acogió como su madre, México, (ella era costarricense), parte del mundo. Logró hacer llegar esas canciones de raíz a lugares que nada tenían que ver con ellas y alcanzó el reto de que las sintieran como parte del planeta. Fue una mujer admirable, libre, en una época dura para cualquier mujer, mucho más para una lesbiana declarada. Siempre he pensado que cada uno canta como es, y ella lo hace con sencillez, pero con contundencia, con un dolor profundo que da casi miedo. Parece que interpretando nos enseñara a las cantantes el poder de comunicar sin demostrar nada, el poder de dejarse llevar por el corazón y transmitir.
¿En dónde radica la magia que ha venido sustentando la memoria de Chavela Vargas? ¿En los aspectos que rodean a su personalidad? ¿En su peculiar manera de cantar? ¿En sus textos y canciones?
Fue una mujer que se adelantó a su tiempo, con una grandísima personalidad. Conoció a personajes como Frida Khalo, Ava Gardner o Picasso... y vivió hasta el año 2012 para contárnoslo. Además, y ya lo dice Sabina, "...quién supiera reír como llora Chavela". La música, para que llegue, debe ser "verdad", y creo que eso es lo que hizo de Chavela algo diferente. Ni discográficas, ni vestidos, ni belleza.
En el caso de Chavela ¿crees que el mito ha llegado a superar a la cantante?
Para nada. Sigo pensando que es una cantante diferente, de la que muchas debemos aprender. Cantar es transmitir, y se transmite mejor cuando uno es libre de prejuicios y de ataduras. Es cierto que hay canciones que requieren una mejor forma vocal y que hay que trabajarlas más, pero entre ser una cantante perfecta y una cantante que hace vibrar por la fuerza y el sentimiento que le pone a lo que hace, yo elijo lo último.
¿Cómo está concebido artísticamente el espectáculo?
Chaveleando es mi particular homenaje a Chavela. No es un tributo. No pretendo ser Chavela, ni imitarla. Odio los tributos y soy de la creencia de que uno imita cuando es joven y empieza, no cuando ya ha descubierto su propia voz. Intento, sin embargo, hacer lo que siento que ella hacía cuando cantaba, cerrar los ojos y dejarme llevar por el corazón. Casi todos los temas del repertorio son muy conocidos como ‘La Llorona’, ‘Ojalá que te vaya bonito’, ‘Luz de luna’, ’El último trago’, ‘Piensa en mí’... Pero también hay temas como ‘Volver’, que quizá sea más conocido en la voz de otros, o ‘Las simples cosas’ (que es uno de mis favoritos). Hay arreglos que hemos llevado a la bossanova, alguno al blues, otros más al bolero tradicional o al flamenco. Eso es parte de lo que aporto al espectáculo. Chavela probablemente, al criarse en otra época y en otro sitio, usó la música de otra manera.
¿Qué hay de Esther Ovejero propiamente en Chaveleando?
Todo, mi mochila. Cada uno de los temas tiene arreglos de distintos estilos. Elegí los temas a los que más partido pudiera sacarles, pero no por virtuosismo, sino por corazón. Quería acercarme a esa parte de mí que era más Chavela, a la más rebelde, a la más sensible y a la vez más dura. A través de ellas pretendo darle un camino a la interpretación que el público hace de cada canción. Todos podemos releer una canción y hacerla nuestra en un momento determinado, cambiarle el sentido incluso, y llevarla a un momento de nuestra vida para que se haga eco de lo que sentimos.
¿Qué atractivos crees que puede tener tu propuesta para el gran público?
Pues para mí tiene muchos, pero no sé lo que es el "gran público". Si es ese público al que le gusta Enrique Iglesias y sus reggeatones de verano, pues creo que poco. A mi edad, me he dado cuenta de que no soy, y nunca seré lo que el gran público quiere. En varias canciones se me llenan los ojos de lágrimas, y mucha de la gente que sale de mis recitales me dice que les había hecho llorar. Ese es para mí el "gran público", los que pueden tocar lo que yo trato de enviarles.
¿Cómo valoras el momento actual que viven los músicos y cantantes de Canarias?
Mal. Yo soy de las afortunadas que ha contado con ayuda de alguna gente del sector de la cultura como Jose Luis Rivero y Cristóbal de la Rosa, que no son de los que miran para otro lado. El año pasado tenía una gira de conciertos y tuve que ir con músicos de Madrid, a pesar de tener una pedazo de banda aquí porque no tuve medios para desplazarla desde Canarias. Es la insularidad lo que pagamos. Lo que percibo entre mis colegas músicos es un descontento general. Se paga casi cinco veces menos que antes, se cobra tarde, cada vez se venden más tributos y menos música original hecha por músicos de aquí.