Noticia:El Cabildo celebra la última visita guiada a la batería de Taliarte
8 de noviembre de 2017
La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria celebra el día 9 de noviembre, a partir de las 9.30 horas, la última visita guiada gratuita denominada ‘Esperando el Desembarco, Objetivo Telde’, organizada al yacimiento militar de la batería de Taliarte, ubicado en la costa de Melenera, en el municipio de Telde. Todas las plazas para la mencionada iniciativa están cubiertas.
La visita de dos horas de duración se inscribe como actividad complementaria de la segunda edición del programa ‘Arqueología del conflicto’, que se desarrolló en el hall de la sede del Cabildo grancanario. La visita estará dirigida por el historiador especializado en la denominada arqueología del conflicto, Artemi Alejandro.
Conviene recordar que Canarias, y en concreto Gran Canaria, suponía un objetivo codiciable para las tropas aliadas y Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, dado su emplazamiento geográfico estratégico, su puerto de gran calado y su aeródromo.
En este contexto, comienza un plan de defensa y fortificación de las islas, que incluía la mejora de las comunicaciones terrestres, llenándose sus costas de pequeños búnkeres o casamantas para su defensa en caso de ser atacadas. En las posiciones elevadas el mando español instaló baterías costeras como la de Taliarte-Melenara, ante la posibilidad de que Telde se convirtiera en el principal objetivo de un posible desembarco aliado.
La batería de Taliarte se montó en 1941 con tres cañones Krup modelo 1902 de origen alemán y reciclados de un crucero germano que se usó durante la Primera Guerra Mundial, según consta en un completo trabajo del Aula Cultural de Estudios Sociedad-Ejército General Ignacio Pérez Galdós y el grupo para la defensa del patrimonio histórico de Canarias La Zaranda. Aquellos cañones eran piezas de tiro rápido, que podían disparar a blancos móviles proyectiles de 64 kilos de peso y con un alcance de 23 kilómetros. La mencionada batería, de las más modernas que tuvo Gran Canaria, empezó a perder uso en 1947 y no sería desartillada hasta 1966.
Como explica Artemi Alejandro, historiador especializado en la denominada arqueología del conflicto que dirige las visitas guiadas, “Canarias, y en concreto Gran Canaria, pasan a ser un objetivo de primer orden para los Aliados. Ante la posible pérdida de Gibraltar, Norte de África y la probable entrada de España en el conflicto junto al Eje, el mando británico planifica detalladamente un desembarco. En este contexto, comienza un plan de defensa y fortificación de las islas, las cuales no podían esperar ayuda inmediata en caso de ser atacadas. Bajo el lema, ‘De cada isla un Alcázar’, las costas se fortifican con búnkeres y baterías costeras instaladas en lugares elevados”.
Alejandro añade que dicho periodo histórico nos ha legado un rico patrimonio militar, ejemplo de una época clave en la historia de la ingeniaría y la estrategia militar. “Estas visitas no solo lo ponen en valor contextualizándolo, sino que explican su vinculación a lo largo del tiempo con la sociedad y los espacios naturales en los que están enclavados.
Artemi Alejandro ha trabajado en las islas en varios proyectos vinculados con el patrimonio Militar de la Batería de Melenara, Guanarteme, San Juan y Mesas de San Juan, el campo de Batalla del Bentayga y su museo, el Castillo de Mata o el plan de puesta en valor del patrimonio militar de Santa Cruz de Tenerife.
Como profesional, buena parte de su carrera la ha realizado en el Reino Unido, trabajando con el English Heritage y algunas de las principales fundaciones arqueológicas del país. Durante este periodo visitó y trabajó en los principales campos de batalla europeos como Sedan, Waterloo y de la I y II Guerra Mundial (Ypres, Somme, Verdun, Varennes-Sur-Argonne) y museos vinculados con los conflictos del siglo XVIII al XX.