La artista japonesa Midori Mitamura, presentó hoy en el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) el proyecto Art & Breakfast que desarrolla durante su residencia artística en este centro de arte, con la colaboración de JTI en el marco del acuerdo suscrito entre esta empresa y el CAAM para la promoción del arte contemporáneo en Canarias y de la cultura japonesa en las Islas.

Midori  Mitamura es la primera artista internacional en residencia que trabaja en el CAAM, con el comisionado de la Dirección del centro. Su proyecto artístico está en proceso de creación en el taller del programa ‘Artistas en Residencia’.

Una semana antes de la inauguración, la artista dio hoy a conocer el contenido de su propuesta y abrió el taller-laboratorio a los medios de comunicación. Su obra se inaugura el 5 de octubre y permanecerá expuesta hasta el 12 de noviembre en una sala expositiva del centro de arte contemporáneo, dependiente del Cabildo de Gran Canaria.

Midori Mitamura (Aichi, 1964) vive en Tokio. Ha expuesto en ciudades de todo el mundo. Su trabajo refleja la sensibilidad que ha adquirido viajando. Sus exposiciones están dirigidas a explorar el pensamiento sobre lo humano por encima de las diferencias culturales. Sus obras cuentan historias a partir de un fascinante ensamblaje de objetos que recopila en la ciudad en la que trabaja.  

Sobre su proyecto

‘Art & Breakfast’ es un proyecto de arte específico para el lugar donde trabaja la artista. Mitamura viaja alrededor del mundo desde 2006 con este proyecto como bandera, con el objetivo de acercar el arte al público a través de conexiones personales, utilizando el desayuno como catalizador. “Este proyecto promueve la libre presentación, expresión y comunicación entre los artistas, por lo que no es una exposición al uso”.

El desayuno, para la artista, refleja especialmente la cultura y la tradición del país. “La comunicación interpersonal con visitantes locales durante los desayunos me da una importante conciencia sobre la sociedad, las historias y diversos temas en la vida cotidiana.

Respondiendo a esa conciencia, todos los días crea una serie de improvisadas pequeñas instalaciones que llenan espacios a partir de materiales que encuentra en la ciudad. Son objetos de la vida cotidiana que “actúan como un libro repleto de historias e ilustraciones que invitan a la imaginación y genera emociones, incómodas o entrañables”.