Las Palmas de Gran Canaria,  18 de abril de 2024. La actriz, presentadora y cantante Lolita Flores habita La casa de Bernarda Alba para “iluminar los rincones oscuros” de la obra teatral en tres actos de Federico García Lorca. Lolita Flores es Poncia, una de las criadas que comparten vida y techo con Bernarda Alba, las cinco hijas y su madre, y título del montaje con texto y dirección del madrileño Luis Luque, que ofrece el Teatro Cuyás este fin de semana con dos funciones mañana viernes 19 y el sábado 20 de abril, a las 19.30 horas, con todo el aforo vendido.

Una producción de Teatro Español y Pentación Espectáculos, con Jesús Cimarro de productor, construida y dirigida por Luis Luque, director adjunto artístico del Teatro Español de Madrid y las Naves del Español en Matadero entre 2019 y 2023, a partir de las intervenciones del personaje de la criada en la obra de Federico García Lorca.

Con un diseño de espacio escénico de Monica Boromello, iluminación de Paco Ariza, vestuario de Almudena Rodríguez Huertas y música original de Luis Miguel Cobo, Luque propone con Poncia una nueva mirada al texto lorquiano a través de una mujer, un personaje que ha sido maltratado y silenciado durante décadas, tal como se puso de manifiesto este mediodía en la presentación de la obra en el Teatro Cuyás, en un acto que contó con la presencia de la actriz Lolita Flores, que estuvo acompañada por el director artístico de Teatro Cuyás, Gonzalo Ubani.

“Lolita no es Lolita, es Poncia, no es mi forma de moverme, de hablar”, dijo la actriz cuando se le preguntó qué se iba a encontrar el público que se acerque el fin de semana al Cuyas. “Ella chilla, grita, regaña, pero también hay un momento en la obra en la que sale la Poncia más joven, la que recordaba a su marido, Evaristo El Colorín, o una vez que vio el mar”, avanzó Lolita Flores en la presentación.

La actriz dijo estar feliz por regresar al Teatro Cuyás casi dos décadas después de su última actuación, y sobre todo con esta obra en la que “Luis Luque me deja libre para que haga mi Poncia, con sus matices, directrices y con su dirección”.

Volver a Lorca

Volver a La casa de Bernarda Alba con esta nueva mirada a través del verbo suelto del personaje de la criada Poncia, tal como propone Luis Luque, tiene su punto de partida en la propuesta que en su día hizo el director José Carlos Plaza a Lola Flores, la madre de Lolita, para interpretar a La Poncia. Lo recuerda Luis Luque en los textos que acompañan esta pieza teatral.

Fue Miguel Narros, siendo director del Teatro Español de Madrid, quien encargó un nuevo montaje de La Casa de Bernarda Alba al director José Carlos Plaza. “Lamentablemente, por motivos de agenda, Lola no pudo hacer el montaje y se lamentaba de ello en el programa La Clave de TVE”, detalla Luque. “Al saber esta anécdota me llegó la idea de leer la obra de nuevo y descubrir si podía rescatar el personaje y hacer una creación escénica a partir de él. Vi el increíble material dramático que encerraba Poncia y seguidamente llamé a Lolita Flores para proponerle que hiciera este personaje y que imaginara conmigo lo que ocurrió en esa casa después de la muerte de Adela”.

A este respecto, Lolita Flores recordó que en aquel entonces “mi madre tenía otros compromisos” y no pudo ser Poncia. Ahora y tras el envite que le lanzó Luis Luque, Lolita Flores habla de este papel que ha sido “un regalo del cielo” en el que Luis Luque ha estado trabajando en los dos últimos años. Una propuesta que ha encontrado la complicidad del público en esta obra que “tiene el tiempo justo, se dicen las cosas que se tienen que decir, y es una reivindicación también de la libertad de las mujeres, de los hombres, a amar a quien quieras donde y cuando quieras, y que la disciplina con sangre no entra”.

“La lengua de Poncia se desata en un lugar y en un tiempo prohibidos para las palabras”, explica Luis Luque acerca de la obra que ocupa la cartelera del Teatro Cuyás, y que altera el relato y secuencia narrativa de los hechos del texto de Lorca. Aquí, el punto de partida es el suicidio de Adela, la hija más joven de Bernarda Alba, a la que recuerda la protagonista de Poncia.

Y esas palabras de Poncia la criada, que “ajusta cuentas con los habitantes que sobreviven dentro de la casa”, en palabras de Luis Luque, dan juego a una reflexión en voz alta, “diálogos con fantasmas y sombras” que permiten transitar e “iluminar los rincones oscuros de la obra de Lorca” en un relato de una mujer que habla del suicidio, la libertad, la culpa, la clase, la educación y el sexo.