Noticia(49): ANTONIA SAN JUAN DESPLIEGA SU ANIMALARIO FEMENINO EN SU ÚLTIMO MONTAJE, “LAS QUE FALTABAN”, QUE OCUPA DESDE EL JUEVES EL ESCENARIO DE LA SALA INSULAR DE TEATRO (16990)
14 de mayo de 2007
La actriz Antonia San Juan vuelve a su ciudad natal para mostranos en la Sala Insular de Teatro, del 17 al 20 de mayo siempre en funciones que darán comienzo a las 21.00 horas, otra perspectiva nueva del universo femenino. Y decimos nueva porque la San Juan da una vuelta de tuerca más a los conceptos escénicos manejados en su anterior montaje Otras Mujeres. En esta ocasión, la actriz canaria se enfrenta a trece monólogos que están cargados de una gran carga satírica y un gran contenido humano y social, aunque en este caso la crítica es todavía más ácida y mayor también la profundidad de los textos. Terenci Moix, Quim Monzó, Rafael Mendizábal, Enrique Gallego, Félix Sabroso, Luis Miguel Seguí y la propia San Juan, son los autores de las historias que jalonan un espectáculo que se nutre de una escueta puesta en escena: sólo una silla.
Parecía que no quedaba recoveco de la psique de las mujeres sin explotar tras Otras Mujeres, pero Antonia San Juan sigue analizando la condición femenina en Las que faltaban, la excusa perfecta de la actriz para hablar de la violencia, el amor, la insatisfacción ¿Quién dijo que la causticidad no era una virtud?
Los monólogos planteados en Las que faltaban están cargados de un ritmo trepidante, textos ágiles y gran combinación de comedia, sin caer en el manido chiste fácil. La palabra asciende hasta transmitirnos una gran carga satírica con gran contenido humano y social del que, según la San Juan, estamos un poquito huérfanos. Presentados a modo de gags publicitarios y separados por pequeñas piezas musicales, las historias del montaje abordan la actualidad cotidiana. Antonia San Juan domina el cambio de registro y domina, sobre todo, el texto y el espacio sobre el escenario. Es capaz de representar a docenas de personajes, muy diferentes entre sí y hacer tangible y palpable a cada uno de ellos, consiguiendo hacernos pasar de la carcajada al llanto sin apenas transición. Con Las que faltaban, la camaleónica actriz, pretende formular una crítica jovial del universo femenino, estudiando personajes al límite para desnudar y descubrir al espectador las grandes verdades y sentimientos que hay en el interior de toda mujer.
San Juan cuida en Las que faltaban todos los detalles, desde el vestuario diseñado por David Delfín al escueto atrezzo. Su vestido negro, que la actriz modifica con diversos accesorios (gafas, sombrero o un abrigo de piel) según las historias que interpreta, unos toques en el pelo y varios pares de zapatos, se suman al empleo de sonidos pregrabados, cajas de ritmos y pantallas con imágenes, que aportan al espectáculo recursos experimentales que mitigan de alguna manera la soledad de la actriz sobre la escena.