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Noticia: El crítico Alejandro Martínez asegura que Alfredo Kraus “fue el mejor representante de todos los papeles que interpretó”

14 de septiembre de 2018

La Casa de Colón del Cabildo de Gran Canaria y la Fundación Internacional Alfredo Kraus estrecharon ayer noche sus vínculos con un acto que profundizó en el genial acercamiento al repertorio francés del tenor grancanario, nacido precisamente en las dependencias del museo.

El crítico musical y codirector de la revista Platea Magazine, Alejandro Martínez, una de las principales firmas sobre música clásica y ópera del panorama periodístico actual, aseguró que el tenor no sólo fue “el mejor representante del repertorio francés” sino que también lo fue “de todos los papeles que interpretó”, según argumentó en el marco de la conferencia ‘Alfredo Kraus, ¿un tenor francés?’

Martínez afirmó también que “lo que hizo grande a Kraus fue su capacidad para crear una vía propia” y por lo tanto única a la hora de afrontar su papeles, tomando un camino intermedio entre las distintas corrientes para crear algo nuevo y marcado por su inimitable sello personal.

El experto apuntó que el papel de Werther, entre otros, sería un ejemplo paradigmático de este caudal artístico del cantante. Durante su exposición, el público tuvo la oportunidad de comparar distintas versiones de determinadas piezas y apreciar así las diferencias entre Kraus y otros intérpretes.

La presidenta de la Fundación Internacional Alfredo Kraus, Rosa Kraus, destacó el valor simbólico de la Casa de Colón para su familia, pues allí residieron sus abuelos y nacieron tanto su padre como su tío.

Tanto ella como la directora del museo, Elena Acosta, señalaron que la conferencia consolida a la Casa de Colón como sede del programa de conferencias que organiza la FIAK para difundir el legado del tenor.

De hecho, en septiembre del pasado año, Mario Pontiggia, director artístico de la Fundación, ofreció en el mismo salón de actos la conferencia ‘El joven Kraus’. Un Pontiggia que introdujo la conferencia de Martínez en una velada en la que el recuerdo de Kraus regresó a su cuna en Vegueta para escuchar un arrorró de respeto.

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