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Noticia: ‘El afecto ilustrado’ nos invita en la Casa de Colón a vivir un verano en la corte vienesa

8 de julio de 2019

La Casa de Colón celebra el día 10 de julio, a las 20.00 horas, el quinto y último concierto incluido en la cuarta edición del ciclo ‘Música antigua en el patio’, que contempla la actuación del grupo ‘El afecto ilustrado’ que integran Adrián Linares (violín), Pablo Sosa (traverso), Iván Sáez (viola) y Diego Pérez (violonchelo), que ofrecerá el programa denominado ‘Un verano en la corte vienesa’, conformado por los cuartetos con flauta de Haydn y Mozart.

El recital es de entrada libre hasta completarse el aforo del patio del museo, que en las últimas citas ha registrado un gran éxito de asistencia, llenando el espacio.

El conjunto ofrecerá al público las obras de Haydn ‘Cuarteto con flauta en Re mayor, opus 5 número 1’ y Cuarteto con flauta en Sol mayor, opus 5 número 2. Mientras que de Mozart interpretará el ‘Cuarteto con flauta en Do mayor, K171’ y el ‘Cuarteto con flauta en Re mayor, K285’.

El Afecto Ilustrado nace durante el I Ciclo de Música Antigua de la Catedral de Valencia en el año 2012. Concebido como un grupo de cámara innovador y versátil, su filosofía es presentar y acercar al público una interpretación historicista del repertorio comprendido entre los siglos XVII y XIX de una forma próxima y tangible.

El ensemble está integrado por profesionales que despuntan en el panorama musical nacional e internacional. Sus componentes, activos en los principales grupos del país, en la docencia, o en la carrera solista, suponen un compendio de ideas y ópticas que convierten los proyectos de El Afecto Ilustrado en experiencias únicas e inspiradoras para el oyente.

Con formatos de concierto poco explorados, el objetivo de El Afecto Ilustrado está basado en presentar y difundir programas de un alto nivel de calidad interpretativa, precisión histórica y respeto a las fuentes originales, fruto de un proceso detallado de estudio e investigación musical e histórica.

Para esta ocasión los intérpretes de El Afecto Ilustrado son: Adrián Linares, violín Pablo Sosa, traverso, Iván Sáez, viola Diego Pérez, violonchelo.

El Afecto Ilustrado ya protagonizó dos exitosos conciertos en ediciones anteriores de Música Antigua en el Patio: en 2017, ‘Serenissima’, una travesía por la música de Antonio Vivaldi, con la soprano Estefanía Perdomo, y en 2018, ‘Que me escribe la vida’, recorrido a modo de melólogo por la vida de Tomás de Iriarte.

Música Antigua en el Patio es un programa que coordina Carlos Oramas  para que amantes de la música se acerquen al museo colombino y disfruten, con el ambiente y acústica ideales que proporciona el Patio de la Casa de Colón, de melodías interpretadas por grandes profesionales de la Música Antigua en Canarias.

UN VERANO EN LA CORTE VIENESA
Cuartetos con flauta de F.J. Haydn y W.A. Mozart

"Mucho se ha escrito a día de hoy de la producción camerística de dos grandes maestros como son Franz Joseph Haydn (1732-1809) y Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791). Si bien durante el siglo XVIII el violín sigue siendo el instrumento rey por definición (concepción heredada directamente de la época barroca), la flauta será un instrumento que experimente grandes cambios estructurales y, en consecuencia, en su modo de interpretación, durante toda la centuria. Diversas publicaciones tratadísticas comienzan a extender y facilitar su uso, el nivel de maestría asciende entre los intérpretes y el instrumento acaba por ponerse de moda con la llegada de la Ilustración. Es por ello que ambos autores dedican un capítulo de su obra al instrumento.

Haydn realizó realmente una aportación bastante escueta al repertorio para flauta solista si la comparamos con la vastedad de su producción camerística. Cierto es que incluye al instrumento como parte esencial del cuerpo de vientomadera en sus sinfonías, dedicándole pasajes escritos con maestría, así como en otras obras para agrupación camerística, pero solamente en contadas ocasiones escribe obras donde la flauta es el foco de atención. Los seis cuartetos para flauta y cuerdas- Hob II, publicados en Ámsterdam entre 1767 y 1768, son un claro ejemplo, aunque incluso en ellos el equilibrio solístico de la flauta con los demás instrumentos está tan brillantemente conseguido, que casi podemos hablar de sinfonías en miniatura, rasgo que repetirá Mozart en sus composiciones para el instrumento.

El cuarteto con flauta nr. 1 en Re mayor opus 5, Hob II: D9 es un perfecto ejemplo de cuarteto con cuatro movimientos de la segunda mitad del siglo XVIII. El presto assai inicial abre la obra de una forma optimista y clara, estando organizado en dos secciones fuertemente rítmicas. El adagio que sigue ostenta una lírica quasi - operística, pero de rasgos pastorales. El menuetto es claramente de arquitectura clásica haydniana, y el presto final, en un fresco 3/8, devuelve al oyente al estado de euforia inicial con el que la pieza fue comenzada.

El cuarteto con flauta nr. 2 en Sol mayor opus 5, Hob II: G4 es, al igual que el cuarteto anterior, un paradigma de cuarteto dieciochesco con cuatro movimientos. Con nombres de movimientos idénticos, pero invirtiendo el orden de éstos, presenta incluso afectos similares. El presto assai inicial utiliza grande dosis de humor, basadas en articulaciones rápidas y bruscos cambios dinámicos. El menuetto es elegante, sereno y bien organizado. De nuevo, el lirismo es el ingrediente esencial del adagio, esta vez alternando las partes solistas entre la flauta y la viola. Por último, el presto assai final se desarrolla en un festivo 3/8 para concluir la pieza.

Wolfgang Amadeus Mozart es otro genio compositivo indiscutible. Los dos cuartetos que hoy escuchamos (K171 y K285) son parte del encargo que Ferdinand De Jean, un médico alemán de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales y gran flautista aficionado, realizó a Mozart en 1777, y que comprendía varios cuartetos y conciertos para flauta.

Al igual que las leyendas, la mayoría de ellas inciertas, que rondan la persona del compositor, también su producción para flauta parece estar inmersa en cierto halo de misterio. Todo ello por una misiva que el joven Amadeus envía a su padre el 14 de febrero de 1778, refiriéndole el encargo de De Jean, y donde escribe que en cuanto tengo que escribir sin parar para el mismo instrumento, que no soporto, me vuelvo completamente anquilosado. Como una losa ha pesado este mensaje a Leopold en el tratamiento del repertorio para flauta de Mozart, pues una cierta idea de desprecio hacia el instrumento se ha diseminado en la mente musical colectiva a través del tiempo.

Sin embargo, no podemos obtener una idea clara de la afirmación anterior, ya que el autor bien podría referirse al hecho de componer repetidamente para el instrumento y no al instrumento en sí. Por otro lado, hay que tener en cuenta que, aunque a partir aproximadamente de 1760 ya existen flautas de tres llaves, y aunque está aceptado y reconocido que Mozart escribió para la flauta de una sola llave, el instrumento estuvo en constante evolución durante el siglo XVIII, lo que nos lleva a pensar que los distintos usos, dominios y técnicas de los flautistas del 700 provocaran al compositor algún que otro dolor de cabeza, a lo que puede referirse también en la misiva a su padre.

Lo cierto es que el repertorio para flauta de Mozart, producido entre 1764 y 1787, refleja una dulzura y dedicación que disipa cualquier duda ante las preferencias del compositor. No solamente hablamos de los cuartetos con flauta, sino al tratamiento que el autor hace del instrumento en sinfonías y conciertos para otros instrumentos solistas, sin olvidar, por supuesto, aquellos dedicados especialmente a la flauta.

El cuarteto con flauta en Do mayor K171 (también catalogado a veces como K285b) fue seguramente compuesto a principios de 1778. Se trata de una obra tremendamente luminosa, con una tonalidad elegida de acuerdo a su carácter. El primer movimiento, allegro, nos ofrece una clara forma sonata (ABA), con un estilo simple, pero finamente resuelto. El segundo movimiento, andantino, presenta una fresca estructura de tema con variaciones que se reparte entre todos los instrumentos, y que presenta un adagio final, antes de abordar el último movimiento, de nuevo allegro, que cierra el cuarteto a modo de minuet.

El cuarteto con flauta en Re mayor K285 es el primer cuarteto que Mozart escribió para el encargo De Jean, y se firma como terminado el día de Navidad de 1777. De alguna manera, es palpable el entusiasmo que el joven compositor pone en esta composición, que, por otro lado, puede ser considerada un modelo de este género camerístico. La tonalidad es fresca, la obertura, potente, y la escritura para las cuerdas es atrevida y más elaborada que en el resto de cuartetos con flauta, aproximándose a la textura del cuarteto para cuerdas.

No sabemos a ciencia cierta qué tipo de flautista era De Jean, pero sí es cierto que el nivel técnico se hace más asequible en los siguientes cuartetos. Así pues, tras un allegro brillante, también con forma sonata (ABA), escuchamos un melancólico adagio, donde las cuerdas acompañan siempre pellizcando la línea apocada de la flauta, textura heredada de maestros barrocos como Antonio Vivaldi, que ya usara la misma estructura en el segundo movimiento de su concierto para violín en fa menor RV297, El Invierno. Finalmente, un divertido rondó saca a la audiencia del aletargado movimiento anterior, amenizando con rápidas líneas de juegos entre la flauta y el violín."

Adrián Linares Reyes,
Oporto, Julio 2019.

 

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