Noticia: El Cabildo de Gran Canaria celebra su primera reunión de trabajo tras la declaración del legado aborigen como Patrimonio Mundial
22 de julio de 2019
El Cabildo de Gran Canaria ha celebrado ya su primera reunión de coordinación para lograr que Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria sea un Patrimonio Mundial extraordinario en su categoría, la de paisaje cultural, definido por la Unesco como obra del ser humano y la naturaleza.
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, inició esta primera reunión tras el reconocimiento mundial con el agradecimiento a todos los departamentos y equipos técnicos que han colaborado en este logro ya que ha sido una “obra coral” en la que de un modo u otro han intervenido un centenar de personas.
Ha sido una conjunción de los astros, ahondó el director del expediente, Cipriano Marín, en referencia a la exquisita coordinación entre administraciones y a su vez con el comité científico, algo extraordinario como pudo comprobar la delegación que viajó a Bakú durante el debate del resto de los expedientes y que, junto a la valía del enclave, le valió la lluvia de elogios de los países que pidieron la palabra para resaltar sus atributos.
De esta manera, el coordinador del proyecto, José de León, expuso las líneas de actuación y primeras tareas en las que trabajar de esta nueva era post Patrimonio Mundial, en el que se continuarán trabajos ya iniciados previendo el reconocimiento más los requisitos de la Unesco, que realizará su primera evaluación dentro de dos años.
El trabajo ha sido intensivo, puesto que la media para lograr un reconocimiento mundial ante la Unesco es de diez años, como el caso de los Dólmenes de Antequera, y el de Gran Canaria se ha logrado en cuatro.
La intención en cualquier caso es intensificarlo porque la responsabilidad ahora es aún mayor, por eso la primera decisión es continuar con la dinámica de una reunión de coordinación al mes con todos los departamentos implicados, desde Medio Ambiente a Sector Primario, pasando por Turismo, Obras Públicas, Participación, Política Territorial y Vivienda, aparte de Cultura y Patrimonio Histórico, una dinámica en la que hubo coincidencia en que ha sido una de las claves del éxito.
La constitución de la Fundación Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria con marcado acento participativo es una de las prioridades junto a la apertura del Centro de Gestión e Investigación, que tendrá su sede en Tejeda, así como actualizar el Plan Integral como hoja de ruta a seguir desde este momento, además de priorizar las acciones de este Paisaje Cultural que Marín, experto en la Unesco, calificó como “complejo” por la variedad y riqueza de sus atributos.
Risco Caído ha concitado un enorme interés, uno de los objetivos es dar a conocer el resto del potencial y los yacimientos arqueológicos del ámbito, algunos de enorme valor, incluidos espectaculares santuarios y otros muchos incluso por descubrir, y es que también empieza la importante etapa de inventariado, diagnóstico, nuevas excavaciones e investigación, además de la de conservación.
También habrá un estudio de la capacidad de carga, un plan estratégico de turismo, uno ante riesgos de incendios forestales y contra los efectos del cambio climático, la planificación del adecuado suministro de agua para mantener vivo este paisaje cultural, entre otros, y la protección jurídica de todos los bienes del ámbito a través de figuras como la Carta Etnográfica y la Arqueológica.
Se sumarán un programa de educación y capacitación, participación, desarrollo local sostenible, e incluso el uso de la marca, algo a lo que se debe ajustar cualquier institución, asociación, empresa o particular porque es un mandato de la Unesco y de cuyos detalles serán informadas próximamente las instituciones, asociaciones, colectivos y población en general.
Con todo, comienza una nueva etapa a todos los niveles en la que se prestará una atención muy especial al “brutal” potencial que tiene el ámbito del conocimiento y la investigación, subrayó De León, y no solo desde el punto de vista arqueológico, también medioambiental y geológico, entre otros, y que será puesto a disposición de Gran Canaria y el mundo.