Más de 2.000 escolares de una decena de municipios grancanarios disfrutan estos días, en el Teatro Cuyás y con el patrocinio de la Fundación Mapfre Guanarteme, de la adaptación que la afamada formación portuguesa Companhia do Chapitô ha hecho del clásico de Sófocles ‘Electra’.

Tras representar ‘Edipo’ y para celebrar su 20º aniversario en 2016, la compañía que dirigen José Carlos García y Cláudia Nóvoa se atrevió con este otro título del teatro griego del que, este sábado, a las 18.00 horas, ofrecerá también en el recinto del Cabildo una última función, en este caso para familias. 

Partiendo de un episodio trágico, la venganza de la hija de Agamenón, muerto a manos de su madre, Clitemnestra, y del amante de ésta,  el también tío de su padre Egisto, Companhia do Chapitô elabora, para mayores de 12 años, una sofisticada y, a su juicio, “desenfadada” parodia en este espectáculo ingenioso, actual, coherente estilísticamente, de gran trabajo físico para sus actores y mucha concreción escénica.

En ese sentido, para ponerlo en escena solo emplea a tres intérpretes (Jorge Cruz, Susana Nunes y Tiago Viegas) y una escenografía basada en cucharas de postre –más de 200- con las que, en clave humorística y sin quitar nada a la esencia del texto original, traen hasta nuestros días esta obra de la literatura universal con la intención de crear nuevos públicos.

A precios que oscilan entre los 8 y los 15 euros para mayores de 14 años y entre los 6 y los 12 para los menores de esa edad, las entradas para el pase del sábado están a la venta a través de los canales habituales con que cuenta la Fundación de las Artes Escénicas y de la Música de Gran Canaria, que gestiona este recinto del Cabildo: la taquilla, en la calle Viera y Clavijo de la capital, y la página web: www.teatrocuyas.com.

La compañía

Nacida en 1996, Companhia do Chapito siempre se ha caracterizado por emplear la comedia para cuestionar todos los aspectos de la realidad, tanto física como social. Sus espectáculos son claramente multidisciplinares y se asientan en el trabajo físico del actor, en un proceso colectivo y en constante desarrollo que interpela a la imaginación del público y que se relaciona estrechamente con él.

Para ello, se comunica a través del gesto y de la imagen, rompiendo las barreras lingüísticas y poniendo de relieve su vocación universal, lo que le permite mantener una relación muy próxima con los espectadores.