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Noticia: Una biblioteca para descubrir las históricas vinculaciones canario-americanas

27 de marzo de 2020

Ahora el silencio inunda sus salas vacías. Los numerosos volúmenes que ocupan sus estanterías aguardan a que los habituales usuarios y usuarias regresen a este espacio situado en la segunda planta de la Casa de Colón, que a diario frecuentan universitarios e investigadores interesados por profundizar en las relaciones entre Canarias y América

Integrada en la Red Europea de Información y Documentación sobre América Latina (REDIAL) y en la Red de Bibliotecas de Canarias, la biblioteca y centro de documentación del citado museo americanista posee una reserva catalogada integrada por 30.843 ejemplares, de los que 4.365 corresponden al Fondo Morales Padrón y, otros 8.066, al denominado Fondo Ballesteros.

La Casa de Colón, uno de los principales referentes de Europa dedicados a la difusión de los estudios americanistas, inauguró su biblioteca en 1998 con el objetivo de convertirse en foco dinamizador de la investigación sobre las vinculaciones históricas y culturales entre Canarias y América.

Ballesteros y Morales Padrón

Esta biblioteca se constituyó entonces a partir de dos notables fondos recuperados en su día por el Cabildo de Gran Canaria: el Ballesteros (compuesto por más de 20.000 monografías y títulos de publicaciones periódicas, dentro del cual se encuentra una relevante sección colombina de más de 500 títulos), y el Francisco Morales Padrón (adquirido en 2004 al eminente profesor americanista).  A partir del núcleo homogéneo de estos dos fondos la biblioteca se ha ido enriqueciendo con nuevas aportaciones bibliográficas y documentales fundamentales en el estudio de la historiografía americana.

Manuel  Ballesteros  Gaibrois vendió en 1961 al  Cabildo  el importante archivo-hemeroteca  de  sus  padres  académicos  de  la  Historia,  Antonio  Ballesteros  Beretta  y  Mercedes Gaibrois-Riaño. Reunido durante 50 años de vida de un matrimonio de sabios, constituye, a juicio de todo el mundo, la mejor biblioteca histórica privada de España. Ballesteros fue miembro de número  de  la  Real  Academia  de  la  Historia,   catedrático   de   Historia   de   España   y   de   Historia   de   América   y   correspondiente  de  varias  Academias  Nacionales  de  la  Historia Latinoamericana. En su valiosa colección  encontramos  ediciones  antiguas,  del  siglo  XVI  al  XX,  así  como un gran repertorio de publicaciones periódicas de contenido americanista, como la que él  dirigió: ‘ Revista  de  Indias’,  o  en  la  que  colaboró  con  Blanca  de  los  Ríos,  su  mujer, ‘Raza Española’.

Hay que tener en cuenta que, en 1970, esta biblioteca ya contaba con los casi  13.000  volúmenes  y  5.000  separatas del Fondo Ballesteros, una colección  Colombina integrada por un millar de libros  sobre  Colón, 230  volúmenes de temática canaria,  600  separatas y una hemeroteca de 5.000 revistas y periódicos de 210 títulos, entre otros materiales bibliográficos.

Como subraya la directora de la Casa de Colón, Elena Acosta, las bibliotecas y centros de documentación son una herramienta de importancia capital en los museos. En el caso de la Casa de Colón “el fomento y difusión de la investigación de sus fondos y del ámbito que abarcan, suponen la base indispensable para uno de los objetivos básicos de esta institución: la Investigación que, junto a la conservación y la difusión, son los tres pilares principales de su razón de ser. Poner a disposición de los investigadores y el público en general toda la documentación y bibliografía sobre la Historia de Canarias y de sus relaciones con América, así como la Historia de América en general, es nuestra misión más clara”, añade Acosta.

Por tanto, a nadie se le esconde que, en este archivo de la Casa de Colón, se conserva gran parte de la historia cultural de la Isla.

Compra, donación e intercambio

Según explica uno de los tres técnicos bibliotecarios que prestan sus servicios en la Casa de Colón, Miguel Ángel Ramos, “la ampliación de los fondos viene determinada a través de tres vías:  compra, donación e intercambio. En todas ellas se sigue el mismo criterio: complementar las materias que fundamentan la especialización de la biblioteca, es decir, aquellas que abarcan todo tipo de estudios sobre las relaciones canario-americanas. Al estar integrada la biblioteca en la estructura del museo, se prioriza también la inclusión de material bibliográfico relacionado con las materias de Museología y Museografía”, señala Ramos, quien prosigue advirtiendo que “no se descuida en la incorporación de nuevas materias y títulos aquellos que han contado con un déficit tradicional en la mayoría de los centros de la misma naturaleza y en la producción bibliográfica en general, y que en los últimos años han experimentado un incremento notable de trabajos, aunque todavía no del todo suficiente. Nos referimos a temas vinculados con la Historia de la Mujer y estudios relacionados con la inclusión y la integración, por citar algunos ejemplos”.

Ahora sus salas están vacías de usuarios. Habitualmente frecuentada por universitarios que están realizando sus estudios en grados relacionados con Historia, Geografía, Ciencias Sociales, Arte y Arquitectura, entre otras especialidades afines, o bien por alumnos del Tercer Ciclo universitario que preparan sus tesis doctorales o trabajos de fin de máster, también la veintena de puestos de trabajo y lectura de esta biblioteca suelen ocuparse por investigadores canarios, peninsulares e hispanoamericanos, cuyas investigaciones se centran en aquellas materias que constituyen la oferta especializada de la misma.

“La atención al público no es exclusivamente presencial. Son frecuentes las consultas y peticiones online, ya sea de referencias bibliográficas, préstamos interbibliotecarios o digitalización de documentos por parte de usuarios inscritos en la Red de Bibliotecas Canarias”, agrega Miguel Ángel Ramos. El Fondo Ballesteros, ubicado en los depósitos de la biblioteca, no está sujeto a préstamo, aunque puede consultarse previa solicitud.

“Ofrecemos asistencia en la recuperación de documentación de los temas de nuestra especialización, Canarias y sus relaciones con América y el Atlántico, sobre un autor o materia determinada, así como sobre la localización de materiales en otras colecciones”, dice el técnico.

Facsímiles, mapas y grabados

A través de Internet (dispone de zona Wifi con conexión gratuita) cualquier persona puede realizar una consulta online del catálogo y solicitar un préstamo de las publicaciones pertenecientes a su fondo general durante un periodo de siete días, transcurrido el cual deberá renovarse.

Pero hay joyas que no pueden salir de la biblioteca, como todas las publicaciones anteriores a 1950. Asimismo, aquellas obras de referencia, folletos y materiales especiales como facsímiles, mapas o grabados, cuyo estado de conservación es delicado y su manipulación pudiera dañarlas, o que, por su rareza o valor, soló permitan su consulta en la misma biblioteca. “Además atendemos a los denominados préstamos interbibliotecarios, un servicio cuyo propósito es poder conseguir, en condición de préstamo, obras originales o reproducciones de documentos que no se encuentran en nuestros fondos y que sean requeridos por los usuarios, así como suministrar documentos propios a otras bibliotecas, museos y centros de arte externos en igual calidad de préstamo”, puntualiza Ramos.

La biblioteca de la Casa de Colón, que dispone también de un boletín de novedades de carácter cuatrimestral con el que informa de las incorporaciones más recientes al catálogo informatizado y que puede consultarse en la página web del citado museo de Vegueta, conserva todos los ejemplares de una edición de referencia, el Anuario de Estudios Atlánticos, y las comunicaciones de los Coloquios de Historia Canario-Americana, dos iniciativas fundamentales para conocer la historia de la investigación en Canarias y sus conexiones atlánticas. Junto a ellas, hay que destacar, además, por su significado en el desarrollo cultural de las Islas, la documentación generada por la Universidad Internacional de Canarias y el fondo particular del historiador y académico tinerfeño fallecido en 2006, Antonio Rumeu de Armas.

“Sin olvidar, por otra parte, el archivo audiovisual, donde se plasman los registros sonoros de gran número de las actividades que se han celebrado en la Casa de Colón desde los años 70 del siglo pasado”, concluye Ramos.

Joyas de papel

Algunos de los documentos que destacan en el Fondo Ballesteros son dignos de mención algunos ejemplares y facsímiles que datan de 1587 o 1666, como ‘Las siete partidas del Sabio Rey Don Alonso el Nono’ glosadas por Gregorio López y el   tratado de historia de los emperadores Miguel y Andrónico del escritor bizantino Paquimeres, ‘Georgii Pachymeris De Michaele et Andronico Paleologis’, respectivamente. Otras referencias importantes son el volumen de 1921 que da cuenta de la historia de la colonización portuguesa de Brasil, una edición francesa de 1889 sobre Paris bajo los dominios de Luis XIV escrita por Auguste Maquet, y una edición de la Real Academia de la Lengua Española, también de 1889, sobre las Cánticas de Santa María de don Alfonso el Sabio.

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