La Casa-Museo Pérez Galdós presenta el día 15 de julio, a las 19:00 horas, el libro ‘Mediodía eterno’ de Santiago Gil, un trabajo que ha sido ganador en 2020 del Premio Internacional de novela Benito Pérez Galdós, un galardón que convoca bienalmente el Cabildo de Gran Canaria y al que el pasado año concurrieron un total de 124 obras remitidas desde distintas procedencias.

El acto, en el que interviene el autor, es con entrada gratuita hasta completar aforo. Este  libro será presentado también por Franck González, historiador y crítico de arte, además de director de la Casa-Museo León y Castillo de Telde.

“Para mí, el premio es el premio a la obra. No se premia al autor sino a la novela, lo cual da una sensación tremenda porque esa novela sale con un traje distinto al resto, con una referencia avalada por un jurado importante”, explica Gil, al tiempo que especifica que tiene el nerviosismo habitual que tiene cada vez que saca un libro.  

“Este libro es muy especial porque uno está tranquilo cuando ha puesto lo mejor que podía poner y que tras la relectura y la corrección encuentras lo que realmente te hubiera gustado escribir. A día de hoy, sigo pensando lo mismo, ya que de lo que he publicado es lo mejor y es un libro muy especial por muchas circunstancias personales”, sostiene el autor.

“En ‘Mediodía eterno’ hay un proceso mágico y para mí es un honor y una satisfacción inmensa reivindicar la figura del pintor José Jorge Oramas, porque es alguien que demuestra que el arte y la luz es el camino de la vida. Alguien que tiene la muerte a la vuelta de la esquina con 24 años y que sabe que va a morir, y en lugar de pintar negruras y quejarse, lo que hace es pintar cada vez más claro y luminoso, cada vez con más belleza. Alguien que yo creo que entendió el sentido de la vida y el arte, que no es otro que generar emoción y belleza, que dejó su obra, pocos cuadros, pero de una intensidad artística y emocional tremenda”, agrega Gil.

El escritor ha ficcionado la vida de Oramas porque asegura que prácticamente no se conoce nada sobre él, ya que era un aprendiz de barbero que de repente entra a la Escuela Luján Pérez y “que en poco tiempo pega un salto de calidad tremenda y empieza, más que a pintar, a transmitir mucha alma y mucha energía en lo que hacía”, sostiene.

“A mí siempre me ha fascinado ese trazo de Oramas. Me he sentido cercano a ese proceso de alguien que te está transmitiendo un mensaje a través del arte, porque el arte es lo que realmente te cura cuando te quedas sin ningún tipo de asidero. La poesía, la pintura, la escultura y la música creo que es algo, que si tiene alguna utilidad, es la de serenar tu alma, de hacer que esta vida tenga otro sentido al margen de lo que te encuentras. Crear algo que roza con otro plano, con otra sensación de estar vivo y que en el caso de él estamos hablando, casi 100 años después de su muerte, con toda naturalidad porque dejó sus cuadros. Si no hubiera pintado, si no hubiera dejado esa belleza, no estaríamos hablando de él”, explica.

Oramas, según detalla Gil, murió en la absoluta pobreza y murió precisamente por pobre, debido a una tuberculosis. “Es alguien que no negoció con el dolor, cuando vio que la vida se terminaba, honró a la vida con la belleza. Para mí es un ejemplo a seguir siempre, en cualquier circunstancia, apostar por el arte, la belleza, la creatividad y por la luz”, añade.

Esta obra del escritor grancanario fue seleccionada por un jurado integrado por el profesor de la Universidad de Amsterdam, Germán Gullón, la directora de la Cátedra Pérez Galdós, Yolanda Arencibia, la escritora Care Santos y la directora de la Casa-Museo Pérez Galdós, Victoria Galván, atendiendo a su calidad literaria, el modo en que el autor transformó la historia real del pintor Jorge Oramas en asunto novelesco, así como por el tratamiento que se otorga a la obra del mencionado creador, según el fallo.

Este Premio está dotado con 15.000 euros y la publicación del texto ganador, la segunda convocatoria que ha obtenido Santiago Gil, y recupera un certamen literario que no se convocaba por el Cabildo grancanario desde 1989 y que entre sus ganadores figuran escritores como J. J. Armas Marcelo, Luis León Barreto, Fernando G. Delgado o Emilio González Déniz.

Santiago Gil

Santiago Gil (Guía de Gran Canaria, 1967) es Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado en medios de prensa, así como en distintos gabinetes de comunicación. En Canarias, su trayectoria periodística ha estado unida a medios como Diario de Las Palmas, La Provincia, Canarias 7, Canarias Radio la Autonómica o Tiempo de Canarias, entre otros.

Además, ha obtenido dos accésits en el Premio Internacional de Poesía de Las Palmas de Gran Canaria y es ganador del premio de poesía Esperanza Spínola. En todos estos años, ha sido invitado como escritor en universidades como la Universidad Autónoma de México, la universidad polaca de Lodz o la Universidad Complutense de Madrid, que lo invitó como ponente el pasado año a los cursos de verano de El Escorial a través de la Cátedra Vargas Llosa.

Ha publicado las novelas ‘Los años baldíos’, ‘Por si amanece y no me encuentras’, ‘Un hombre solo y sin sombra’, ‘Cómo ganarse la vida con la literatura’, ¡Las derrotas cotidianas¡, ¡Los suplentes¡, ¡Sentados¡, ¡Queridos Reyes Magos¡, ¡Yo debería estar muerto¡’, ‘El destino de las palabras’, ‘Villa Melpómene’, ‘La costa de los ausentes’, ‘Gracias por el tiempo’, ‘Dos’ y ‘El gran amor de Galdós’.

Entre sus novelas cortas ha escrito ‘El motín de Arucas’ y ‘El imposible amor (ATTK Editores 2020), además del libro de relatos, ‘El arque’. Asimismo ha publico los libros de aforismos y relatos cortos, ‘Tierra de madie’, ‘Equipaje de mano’ y ‘La puerta de la jaula’, y los libros de poemas ‘Tiempos de Caleila’, ‘El Color del tiempo’, ‘Una noche de junio’, ‘Trasmallos’, ‘La extraña suerte’ y ‘Té Matcha’, este último publicado en 2020 en Ediciones La Palma. También ha publicado un libro de memorias de infancia titulado ‘Música de papagüevos’ y las recopilaciones de artículos de opinión ‘Psicografías’ y ‘La vida retratada’.