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Noticia: Mariana de Austria e Isabel de Francia dan la vuelta al estilo de la corte de Felipe IV y ponen fin al ciclo ‘Reinas’ de la Casa-Museo León y Castillo

17 de octubre de 2022

El rey español Felipe IV compaginó una desenfrenada vida sexual con la angustia que le producía su conducta libertina. Mientras tanto, sus dos esposas Isabel de Francia y más tarde su también sobrina, Mariana de Austria, se dedicaban a reformar el estilo de la anquilosada corte española en declive. El cronista oficial de Telde y exdirector de la Casa-Museo León y Castillo de Telde, Antonio María González Padrón, desentraña los secretos cortesanos en el ciclo ‘Reinas’, cuya última sesión de la temporada tendrá lugar el día 20 de octubre, a partir de las 19:00 horas.

Se trata de una actividad gratuita, que trata de profundizar en la vida y obra de las monarcas o consortes femeninas de la historia de España entre los siglos XVI y XVIII. Las charlas tienen aforo limitado de asistencia, por lo que es necesaria inscripción previa a través del correo electrónico leonycastillo@grancanaria.com, o bien llamando al teléfono 928 691 377.

A lo largo de este ciclo de conferencias “hemos querido ponernos en el lugar de reinas y consortes y analizar con ojos de espectadores todo lo que aconteció durante los reinados de sus maridos”, explica el director del ciclo, que está a punto de finalizar. En el caso de la mayor parte de las reinas, aunque estas no fueran las únicas consortes de un rey, “hemos elegido siempre solo a una de ellas para conocer de primera mano su esfuerzo más destacado por dejar su impronta en la historia”, aclara.

El cronista oficial de la ciudad de Telde anuncia que en enero de 2023 arrancará un nuevo ciclo de conferencias, esta vez dedicado a las reinas de la dinastía borbónica. Además, se realizarán dos intervenciones ‘extra’ para comentar la labor de las dos últimas reinas del siglo XXI, Sofía de Grecia y Letizia Ortiz.

Una corte en declive

En el caso de las dos mujeres de Felipe IV, el historiador no ha sido capaz de discernir cuál de las dos tiene más importancia. “Si bien es cierto que una procede de una corte tan importante como era el Versalles del momento, la otra es una princesa de la corte de los Habsburgo, instalada en la corte de Austria”, reconoce García Padrón.

Las dos, mujeres de probada inteligencia y excelente cultura, dejaron tras de sí un camino de verdaderas pericias a la hora de cambiar el estilo de la corte española, hasta convertirla en la envidia de las cortes europeas. “Sin embargo, en aquella época España empezaba su declive como imperio. En tiempos de Felipe IV ya se notaba cómo empezaba a hacer aguas por algunos flancos”, relata el cronista.

No obstante, se sigue estando en un momento muy prolijo, desde el punto de vista cultural. Los teatros e imprentas madrileñas y americanas siguen viviendo una etapa de esplendor. A esto se une el interés que las reinas ponían en motivar, enaltecer la acción cultural en la villa y corte de Madrid y en otros lugares donde estaba presente la corte estacionalmente (El Escorial, Valladolid o el Alcázar de Madrid).

Además de la corte oficial, los pintores, grabadores, impresores y actores de teatro acompañaba a los reyes en sus traslados. A veces, esas muestras de cultura eran privativas de la corte, pero otras veces se hacían en acciones públicas. Las colecciones privadas de los reyes, llamadas ‘gabinetes’, exhibían de vez en cuando sus piezas artísticas a los nobles o mandatarios que visitaban la corte.

Los ‘caprichos’ de la reina

Es ahí donde las reinas adquirían un papel especialmente relevante. “Sus adquisiciones eran mal llamados ‘caprichos’, explica el cronista, “al contrario que las de su marido, el rey. En ese caso, era por el buen gusto de su majestad. Esto demuestra el lenguaje paternalista y machista con el que las consortes eran tratadas en los libros de historia”, denuncia González Padrón.

Esos ‘caprichos’ de las reinas, eran el resultado de una cultura artística muy superior a la de sus maridos, asegura González Padrón. “Tenían muy buen gusto y eran capaces de discernir entre los objetos realmente valiosos. Las reinas eran las que diseñaban la decoración de los palacios, junto a los llamados mayordomos de la corte”.

Eso ocurría en espacios, en ocasiones poco proclives a ser ejemplos de estilo. Tal es el caso del desaparecido Alcázar de Madrid, que fue renovado al gusto francés de Isabel, primera esposa de Felipe IV.

Pese a que no fue un periodo especialmente destacado por las obras de servicio público, sí se realizaron algunas reformas en este periodo, como la construcción de fuentes públicas, no solo ornamentales, sino también funcionales, para la recogida de agua potable. También se dictaron algunas normas de higiene pública, que no siempre se cumplían, como recuerda divertido el historiador.

La monarquía, en femenino

Después de haber estudiado la trayectoria de reinas de los siglos XIX y XX, durante su etapa como director de la Casa-Museo León y Castillo, Antonio González Padrón reconoce que le surgieron “algunas preguntas sobre el papel institucional que desarrollaban las reinas cuando ocupaban el trono de España como consortes del rey”. El cronista teldense destaca cómo los biógrafos reales “hacían en ocasiones algún apartado minúsculo sobre determinados rasgos del carácter de la reina cuando se trataba de aspectos negativos”. Así surgió el primer ciclo de conferencias, que se desarrolló a lo largo del pasado año y que tuvo gran poder de convocatoria.

Ahora se ha decidido retroceder algunos siglos atrás en la investigación, que ya comenzó con la única reina de la Casa de Trastámara y, según González Padrón, “la primera reina de la España unificada”, Juana I de Castilla y Aragón. El ciclo continuó con la conferencia sobre Isabel de Portugal y con la charla sobre las cuatro esposas de Felipe II. La figura de Margarita de Austria-Estiria centró la jornada del mes de mayo. Tras ella, Mariana de Austria e Isabel de Francia, esposas de Felipe IV, y María de Gotemburgo, consorte de Carlos II, culminan el ciclo ‘Reinas’ en la Casa-Museo teldense.

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