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Noticia: Homenaje póstumo en la Casa de Colón a Matías Díaz Padrón, conservador del Museo del Prado y experto en pintura flamenca

27 de noviembre de 2023

Matías Díaz Padrón (Valverde, El Hierro, 1935 - Madrid, 2022) fue, sin duda, una de las figuras más relevantes de la Historia del Arte en Canarias, y uno de los grandes especialistas del mundo en pintura flamenca. Consejero técnico y conservador jefe del Departamento de Pintura Flamenca y Holandesa del Renacimiento y Barroco del Museo Nacional del Prado hasta 2005, realizó los catálogos razonados sobre la pintura flamenca del siglo XVI de la pinacoteca madrileña. Falleció el 23 de noviembre de 2022 en Madrid y, con motivo del primer aniversario de su fallecimiento, la Casa de Colón de la capital grancanaria acoge un homenaje a su figura y calidad humana. La cita es el día 27 de noviembre, a las 19:00 horas, con entrada libre y gratuita.

Organizado por la Casa de Colón y la Fundación Canaria de Arte Flamenco, presenta el acto Guacimara Medina Pérez, consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria. Intervendrán Tomás Van de Walle Sotomayor, presidente de la Fundación Canaria de Arte Flamenco, y David Crespo Martínez, directivo de la Fundación Canaria de Arte Flamenco, quien hará una semblanza biográfica y de la trayectoria profesional, titulada: ‘Matías Díaz Padrón, in memorian’. Por último, Ana Diéguez-Rodríguez, directora del Instituto Moll, ofrecerá la conferencia ‘Los pintores flamencos representados en el patrimonio de las islas. De Van Cleve a Pourbus. Estado de la cuestión’.

De Canarias al mundo flamenco

Matías Díaz Padrón nació en la isla de El Hierro un 21 de junio de 1935. A los pocos años, se trasladó con su familia a Las Palmas de Gran Canaria, lugar del que siempre se ha sentido muy orgulloso de pertenecer. Allí se fraguó su inquieta personalidad, entre sus estudios en el colegio Viera y Clavijo y sus andanzas con la irreverente y visionaria ‘Iglesia Cubana’ –un grupo de jóvenes de diversa y sólida formación que, desde Las Palmas, y mediante el humor y la travesura ironizaban sobre ciertas ideas preconcebidas–. Esa sensibilidad hacia el arte, que él siempre negaba aludiendo a su espíritu más pragmático, hizo que su madre lo inscribiera varios años en la escuela de escultura de Abraham Cárdenes, donde dio cumplida muestra de su personal y original estilo. La escultura ha perdido lo que ha ganado la Historia del Arte en España.

Formado en los primeros años en la facultad de letras de la Universidad de La Laguna, pasó a la Universidad Complutense de Madrid, donde terminó su licenciatura y realizó sus cursos de doctorado. Siempre ensalzó la figura de quien fue su gran maestro, Diego Angulo Íñiguez, a la hora de encaminarle hacia el estudio de la pintura flamenca en España, hacia Rubens y todos sus seguidores. Se doctoró con honores en 1976, recibiendo el premio extraordinario de doctorado por su tesis ‘La pintura flamenca del siglo XVII en España’.

Académico de la Académie Royale d’Archéologie de Belgique y de la Real Academia de Bellas Artes de San Miguel Arcángel en Canarias, fue reconocido como comendador de la Orden de Leopoldo II de Bélgica, la medalla de Oro de Canarias, el Premio Canarias, Premio Gabarrón y el Premio Europa Nostra en investigación por la Comunidad Económica Europea.

Conservador del Museo del Prado

Profesor en las Universidades Complutense y Autónoma de Madrid, compaginó su tarea docente con la investigación en el Instituto Diego Velázquez del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Pero quizá, ha sido mucho más pública su labor como conservador jefe del departamento de pintura flamenca, holandesa y de las escuelas del norte en el Museo del Prado. A él se deben los catálogos razonados de esta escuela del museo, así como importantes exposiciones en las que dejó en evidencia la gran historia común y artística existente entre España y Flandes durante toda la Edad Moderna. Entre ellas, fue comisario de la exposición en conmemoración del IV centenario del nacimiento de Rubens en 1977; la celebrada en Bruselas ‘Splendeurs d’Espagne et les villes belges, 1510-1700’; en México y Ferrera sobre ‘Rubens y su siglo’, y en el Museo del Prado ‘David Teniers, Jan Brueghel y los gabinetes de pinturas’.

Como director y presidente de honor del Instituto Moll, centro de investigación en pintura flamenca, fue quien promovió las publicaciones de ‘Van Dyck en España’ (2012) y ‘Jordaens en España’ (2018), así como la creación de una revista, ‘Philostrato’, que diera cabida a todos los estudios de corte científico sobre la historia y el arte europeo de Edad Moderna.

Generosidad y compromiso

Matías Díaz Padrón ha sido mucho más que un referente en la historia del arte en España. Un aspecto que su extensa producción científica y académica no deja traslucir es su entrañable y generosa personalidad. Su gran sentido de la amistad y el compromiso con las personas le hacía disfrutar de sus reuniones y tertulias de amigos y familia, tanto en su querido Ateneo de Madrid como las que organizaba en su casa.

En las charlas con las nuevas generaciones de historiadores del arte, tanto en el Museo del Prado como en congresos, o en las horas del café dentro del Instituto Moll, siempre tenía una palabra de aliento, apoyo y sugerencia en el arduo y silencioso trabajo del historiador del arte. Como hombre inteligente que era hacía gala de un sutil sentido del humor allende del aire de despistado con el que muchos le conocían. Ha sido un ‘gran maestro’ en todos los sentidos de la vida, y su legado hará que sus enseñanzas pervivan y fructifiquen más allá de su óbito.

En el año 2008 el Gobierno de Canarias le otorgó el Premio en Patrimonio Histórico e Investigación a este ilustre hijo de El Hierro, al que según los críticos se le considera la máxima autoridad en pintura flamenca. Desde su cargo de conservador del Museo del Prado lo sabía todo sobre Ruben, Van Dyck, Rembrandt y todos sus coetáneos. El prestigio de Matías está justificado en más de 300 descubrimientos, considerándolo el especialista de arte del siglo XVII más importante del mundo, además de pertenecer a instituciones de alto calado cientifico, artistico y cultural, desde el Centro de Investigaciones Científicas hasta la Junta de Valoración, Calificación y Exportación de bienes del Patrimonio histórico español.

 

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