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Noticia: Atala Nebot: “Las historias que cuenta el cine de Los Ríos tienen una lectura universal, aunque partan de una mirada local”

29 de septiembre de 2023

Teodoro y Santiago Ríos Marrero, más conocidos como los hermanos Ríos, son dos cineastas nacidos en Santa Cruz de Tenerife considerados por algunos críticos como los fundadores del denominado nuevo cine canario. La proeza de estos directores reside tanto en rodar y producir sus películas en el Archipiélago, como en ahondar temáticamente en la realidad histórico-cultural de las Islas Canarias. La profesora de Historia y documentalista Atala Nebot Álvarez ha dedicado varios años al estudio de la obra de los Ríos, llegando a convertirse en el tema de su propia tesis doctoral. Fruto de esta ardua investigación sale a la luz el libro ‘Cine en Canarias. Los hermanos Ríos’ (Editorial Kinnamon, 2023).  La obra se presenta el día 29 de septiembre, a las 19:30 horas, en la Casa de Colón.

¿Cuál es la propuesta de la obra que presenta en la Casa de Colón sobre los hermanos Ríos?

Este libro es una adaptación resumida, actualizada y con carácter divulgativo de la tesis doctoral que presenté en 2016 en la Universidad La Laguna, con la que pretendo acercar al lector al cine de ficción de los hermanos Ríos, a través de un recorrido que intenta analizar y mostrar su extensa trayectoria dentro del mundo audiovisual en Canarias, ahondando en los diferentes caminos por los que transitaron, que van mucho más allá de los largometrajes realizados.

¿Cómo resumiría la aportación de los hermanos Teodoro y Santiago Ríos al cine en Canarias?

Los Ríos forman parte activa de la mayoría de acontecimientos audiovisuales que se producen en Canarias desde los años setenta. Su andadura comienza en el marco del cine amateur, con el que obtuvieron numerosos reconocimientos gracias, principalmente, a los cortometrajes ‘Talpa’ y ‘El aleph’. Tras esa primera etapa, se profesionalizaron en 1975 fundando la primera productora estable del territorio isleño, con la que realizaron multitud de spots publicitarios y documentales de diversa índole. Además, son de los primeros en promover asociaciones relacionadas con la creación audiovisual y fueron impulsores de iniciativas tan significativas como los ‘Screenings’ de Lanzarote o el Festival de Cine Histórico de La Laguna.

Sin embargo, el aspecto que más destacaría es que los Ríos son de los pocos cineastas que han podido llevar a cabo su filmografía dentro del archipiélago, lo que, sin duda, ha supuesto un importante estímulo para los creadores isleños, sirviendo de acicate para la producción canaria.  

¿En qué consiste la ‘trilogía del cine canario’ que filman Los Ríos y qué representa para la historia de la industria audiovisual isleña?

Se compone de las tres películas rodadas por los Ríos, cuyos argumentos basculan siempre alrededor de la migración, íntimamente ligada a la propia vida de Teodoro y Santiago, pues ellos mismos fueron migrantes. El plan consistía en contar, a través de tres historias diferentes, este factor que ha sido común a las islas y sus habitantes. De esta manera, la primera película, ‘Guarapo’ (1988), se hace eco de la emigración clandestina en la década de los cuarenta; la segunda, ‘Mambí’ (1998), relata el conflicto de 1898 en el que España entra en guerra con Cuba, centrándose en la figura de un desertor que se une a las fuerzas mambisas; y la tercera, ‘El vuelo del guirre’ (2007), cierra la trilogía, presentando el punto de vista contrario, es decir, ofrece el relato desde la óptica del emigrante retornado.

En cuanto a lo que estas cintas han supuesto para la industria, está claro que ‘Guarapo’ marcó un hito histórico al ser el primer largometraje profesional canario, pero también, y sobre todo, porque, por primera vez, los canarios se vieron representados en un filme que mostraba sus costumbres, su historia, su geografía y hasta su manera de hablar. Por su parte, ‘Mambí’ fue el primer largometraje de ficción producido en Canarias en colaboración con el ICAIC (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos), abriendo las puertas de la coproducción dentro del cine insular.

El gran proyecto no materializado de los hermanos Ríos es una película sobre la fundación de San Antonio de Texas por parte de familias canarias. ¿En qué consiste la propuesta y cuáles son las razones que la hagan dormir en un cajón a día de hoy?

‘San Antonio de Texas’, que finalmente acabó recibiendo el título de ‘Isleños’, había sido el segundo proyecto ideado por los Ríos, tras el éxito de ‘Guarapo’. Se iba a tratar de una película que reflejara una parte de la aportación hispana a la creación de Estados Unidos a través del llamado ‘tributo de sangre’, que exigía que por cada 100 toneladas de frutos importados a Canarias, embarcaran cinco familias hacia América. Así ocurrió con diferentes habitantes de las islas que fueron llevados a Norteamérica en una peregrinación que se convirtió, más tarde, en lo que sería el nacimiento y fundación de la ciudad de Texas.

Mostrar esta historia en la gran pantalla requiere una gran inversión económica y, aunque a lo largo de los años Teodoro y Santiago consiguieron compromisos de apoyo financiero de distintas instituciones, tanto públicas como privadas, no coincidieron en el mismo período de tiempo, por lo que al final, en ningún momento consiguieron contar con la totalidad del dinero necesario, que rondaba los ocho millones de dólares.

El guion acabó saliendo a la venta en diciembre de 2014, bajo el título de ‘La película que nunca hicimos. Isleños’, y fue editado nuevamente en 2022 en una publicación más cuidada bajo el título de ‘Millstone. La fundación de San Antonio de Texas’.

¿Tiene una identidad propia el cine hecho en Canarias por canarios?

En el caso de los hermanos Ríos es evidente que sí la tiene, pero no ha de ser así siempre. Personalmente, creo que lo verdaderamente importante es la validez de las historias que se cuentan y que puedan tener una lectura universal, aunque partan de una mirada local. Uno de los hallazgos de los Ríos fue presentar Canarias, no sólo como mero marco de la acción -que es lo que ha vuelto a ocurrir ahora con las grandes producciones extranjeras-, sino convirtiéndola en el objeto mismo de la obra cinematográfica.

No obstante, existen muchos lenguajes diferentes, con una gran amplitud de miradas sobre el mismo hecho, y un inmenso abanico de distintas interpretaciones sobre lo canario, y todas ellas pueden ser válidas. 

¿Con qué recursos refleja el sentimiento de canariedad el cine hecho por los hermanos Ríos?

Los largometrajes de los Ríos están caracterizados por la presencia de diferentes constantes que determinan su obra, como el paisaje, el pasado aborigen, el habla canaria o la relación con América. En las historias sobre las que se articula su cine siempre está presente el tema de la migración, no sólo porque refleja su propia historia como individuos, sino también porque hablar de la migración es hablar de la historia de Canarias y de una realidad isleña.

Pero acercarse a la migración implica contextualizar la acción, lo que en este caso se traduce en explicar el porqué de esos movimientos migratorios, que se desarrollan bajo unas características concretas y, a veces, aparentemente indescifrables, como que el archipiélago establezca más relaciones con América que con África, a pesar de su cercanía geográfica. Así, al justificar los rasgos de la migración canaria se produce también un acercamiento a la propia historia de las islas, de modo que historia y migración son exponentes de una misma ecuación, donde entra en juego un tercer elemento: la identidad.

Los Ríos buscan mostrar lo propio, manifestar que la historia de Canarias es tan digna de ser contada como cualquier otra; que la migración y el exilio han determinado muchos aspectos de la idiosincrasia del isleño; y que la identidad como ejercicio de representación también puede ser atendida en el cine. Sobre estos pilares se edifica su filmografía, que puede analizarse en claves de cine identitario, y que, además, ensalza y dignifica la imagen del pueblo canario. Su cine es una reivindicación histórica, social y cultural.

¿Cómo logra sobrevivir la personalidad del cine canario entre la amalgama de producciones audiovisuales y cinematográficas que toman las islas meramente como plató?

La industria cinematográfica en Canarias ha experimentado un significativo desarrollo en los últimos años, pero, efectivamente, hay que diferenciar entre el cine que realizan los autores locales (tengan o no referencias isleñas) y las producciones nacionales e internacionales que utilizan las islas sólo como escenario. Ambas tendencias pueden convivir y conformar la realidad del audiovisual canario, pero tanto una como otra deben tener un apoyo institucional claro y directo.

¿Cuál es la fotografía real de la industria audiovisual canaria a día de hoy?

Tomando como punto de partida que mi ámbito de actuación es la investigación de la historia del cine, considero que existen numerosos mimbres para afianzar una industria audiovisual potente, no solo por el atractivo que supone Canarias para los rodajes nacionales y extranjeros, sino también porque poco a poco están surgiendo cada vez más profesionales, tanto técnicos como creativos, que aportan un valor añadido a la cinematografía realizada en las islas.

Tras el estreno y éxito de ‘Guarapo’, se generaron muchas expectativas en torno al impulso que viviría el cine canario, sustentado en la notoriedad de algunos autores como Juan Carlos Fresnadillo o Mateo Gil que, no obstante, han desarrollado sus carreras fuera del archipiélago. Sin embargo, ahora parece más factible que nunca, con una nueva hornada de creadores como Amaury Santana, David Pantaleón o Alba González de Molina, entre otros, que están afianzándose en el panorama actual.

¿Qué recomendaciones haría para que la industria pudiera crecer en el archipiélago y convertirse en un sector competitivo y en un nicho de empleo estable?

El talento está y el incomparable marco geográfico también. Un paso importante era ofrecer la posibilidad de formarse en las islas, algo que ya está ocurriendo con diferentes estudios propuestos por distintas entidades. Del mismo modo, existen actualmente múltiples asociaciones y plataformas que sirven como punto de encuentro para cineastas y creadores audiovisuales, que ayudan a afianzar y dar una mayor visibilidad al sector. Por otro lado, hay que seguir fomentando las ayudas institucionales a los autores insulares y mantener los incentivos fiscales.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Aunque los Ríos son una fuente inagotable (existe un tercer hermano, Roberto, con una trayectoria audiovisual muy interesante) lo cierto es que la investigación es complicada, pero adictiva, y siempre estoy con algo entre manos. En este momento me resulta especialmente atractivo trabajar la producción cinematográfica basada en adaptaciones literarias y el cine histórico, todo ello orientado hacia fines educativos, lo que me permitiría relacionarlo con mi otra gran pasión, que es la docencia.

Trayectoria de Atala Nebot

Atala Nebot Álvarez es doctora en Historia del Arte por la Universidad de La Laguna (Tenerife). Ha publicado varios artículos dentro del ámbito cinematográfico, si bien ha centrado sus investigaciones en la obra realizada por los hermanos Teodoro y Santiago Ríos, sobre los que versa su propia tesis doctoral titulada ‘Del amateurismo a la profesionalización. El cine de los Hermanos Ríos. Historia, migración e identidad’.

Ha sido documentalista y coordinadora editorial de distintos proyectos, entre los que destacan la Biblioteca de Artistas Canarios (BAC) y la Historia Cultural del Arte en Canarias, producidos por el Gobierno de Canarias, así como sus diversos trabajos dentro del Departamento de Diseño, Edición y Comunicación del Centro Atlántico de Arte Moderno-CAAM.

Profesora de Geografía e Historia en Educación Secundaria y Bachillerato, también ha participado como docente en diferentes talleres, cursos y seminarios alrededor de la actividad cinematográfica, de entre los que sobresale el proyecto ‘Educar la Mirada’, organizado por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias.

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