Noticia: La escultura criselefantina ‘La danzarina de marfil’, pieza destacada del mes de julio en la Casa-Museo Tomás Morales de Moya

28 de julio de 2023

La Casa-Museo Tomás Morales, en la Villa de Moya no descansa en su interés de acercarse a nuevos públicos y ofrecer propuestas diferentes y atractivas para todo tipo de públicos. Una de esas iniciativas innovadoras es ‘La Pieza del mes’. Este proyecto tiene como objetivo poner en valor las obras artísticas originales de la colección del museo, ya sea en forma de libro, pintura, mobiliario o escultura. Se trata de piezas relacionadas con Tomás Morales y su círculo de amistades (Alonso Quesada, Saulo Torón, Néstor Martín-Fernández de la Torre) o bien vinculadas al modernismo como movimiento literario y artístico.

El mes de julio está dedicado a la original escultura crisoelefantina (marfil y bronce) ‘La danzarina de marfil’, obra del escultor germano Josef Lorenzl, hacia 1930, que fue adquirida por el museo por su correspondencia temática con la obra modernista de Tomás Morales.

Las personas que visiten el museo podrán observar in situ la pieza y conocer en profundidad su proceso creativo, a su autor, su contexto y las características que la hacen tan valiosa. “Nuestra labor principal es la de conservar, divulgar y exhibir las piezas que atesoramos, para que de esta manera la sociedad conozca a uno de los principales exponentes de la poesía modernista hispana”, contextualiza el director de la Casa-Museo, Guillermo Perdomo, sobre la naturaleza del proyecto.

Criselefantina y Modernismo

La criselefantina ‘La danzarina de marfil’, (ca 1930) adquirida por la Casa-Museo Tomás Morales representa la mejor imagen de Josef Lorenzl como maestro de este peculiar estilo de escultura que se remonta a la antigüedad clásica. La mujer se sostiene sobre un sólo pie mientras arquea la espalda para completar el paso de ballet que ejecuta.

Con la expresión criselefantina se definía hasta finales del siglo XIX la técnica que empleaba simultáneamente el marfil y el oro en un objeto de arte. A finales del XIX, el concepto se amplió pasando a definir cualquier objeto escultórico en que se combinase el marfil y otro material como la madera, el mármol o el bronce.

La adquisición de esta pieza, no sólo es singular por los valores referidos, sino por la correspondencia temática con uno de los poemas de Tomás Morales titulado precisamente ‘Criselefantina’ y publicado en el Libro I de ‘Las rosas de Hércules’.

El poema es una exaltación erótica de la belleza de la estatuaria femenina en bronce y marfil, encarnando en una mujer real la estética clásica criselefantina. Se puede considerar como uno de los efluvios líricos más sensuales y libres de la tradición modernista canaria.

De anatomía delicada, la estilización vertical es muy pronunciada, característica del refinamiento de Lorenzl. El tratamiento de la figura femenina en movimiento raya en lo abstracto. La obra está conceptualmente más cerca del art déco, a excepción de pequeños detalles, como la fina talla de la cabellera y de los rasgos faciales, que la sitúan aún en el primer art nouveau. Esta Criselefantina se asemeja tipológicamente a otra versión que posee el Museo Lis de Art Nouveau y Art Déco de Salamanca, donde se ubica la más completa colección de criselefantinas déco de España.

Impactantes ‘Alas para la poesía’

Desde su inauguración a finales del pasado mes de junio, el mural ideado por el artista Augusto Vives y plasmado en las puertas de acceso al jardín de la Casa-Museo Tomás Morales, se ha convertido rápidamente en un reclamo diferente que atrae a un público cada vez más joven y heterogéneo al centro museístico modernista. La posibilidad de inmortalizar la visita con una fotografía frente a las impresionantes y coloristas alas que se despliegan sobre un atractivo fondo rojo, se ha convertido en una estampa habitual con la que los visitantes finalizan su recorrido museístico.

Guillermo Perdomo, director de la Casa-Museo, destaca el nuevo valor que la obra aporta al centro, al convertirse “en un nuevo espacio expositivo en sí mismo”. Se trata un mural de aproximadamente dos metros y medio de alto por tres metros de largo, en el que las alas representadas, en opinión de su creador, “no corresponden físicamente a un pájaro determinado, sino que son simbólicamente una representación de la posibilidad del vuelo”. El anhelo de la sustentación ha sido una constante en la historia del arte, desde Ícaro hasta las máquinas voladoras de Leonardo da Vinci.

‘Alas para la Poesía’ es, eminentemente, una obra participativa, donde el espectador juega un papel determinante en el propio acabado de la obra. Y es que el artista solo la considerará acabada cuando los visitantes posen delante de las alas y se obtenga una fotografía conjunta. Es pues este mural una obra inacabada y será plena cuando esté en soporte fotográfico y se incorpore así el visitante o usuario de la Casa-Museo a la propia obra. “La obra permanecerá inconclusa y a la espera del acabado final y será en ese instante cuando cobre sentido”, dice Augusto Vives.

Con esta nueva iniciativa, la Casa-Museo Tomás Morales pretende que las imágenes captadas de la obra artística, a través de móviles o cámaras fotográficas, sean difundidas lo máximo posible en las distintas redes sociales de los usuarios y visitantes que se acerquen a la institución museística. Por eso, se invita al visitante a que utilice el hashtag #alasparalapoesía en sus publicaciones

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