El patio de la Biblioteca Insular del Cabildo de Gran Canaria (calle Remedios, 7), vuelve el día 27 de octubre, a partir de las 21.00 horas, a mostrarnos cómo se conjuga la poesía y a la prosa poética de un modo no convencional a través de la ilustración y los textos. Con motivo del Día de las Bibliotecas y en el marco de la experiencia denominada ‘Patios con Rima’, el mencionado centro recibe a los dos creadores Samuel Alonso, escritor y especialista en literatura infantil, y a la ilustradora ibicenca Violeta Lópiz.

Violeta Lópiz, con apenas 36 años, es una de las ilustradoras españolas más reputadas en el contexto de la ilustración internacional. Desde Berlín en donde reside  publica en editoriales y medios españoles y extranjeros. Seleccionada en 2010 como uno de los diez ilustradores españoles “imprescindibles”, hace muy poco, su nombre figuraba entre los siete nombres a tener en cuenta en el panorama de los jóvenes ilustradores españoles cuyos trabajos recogía un cuidado volumen editado por Lunwerg. Con su estilo austero, cercano a lo pictórico y al surrealismo, construye piezas oníricas y poéticas, llenas de humor, provocación, simpatía, fragilidad y belleza. Lópiz es autora, entre otros libros, de ‘La asombrosa y verdadera historia de un ratón llamado Pérez’ (Siruela), ‘Un camello en la cornisa’ (Macmillan), ‘La coda canterina’ o ‘Les poings sur les iles’ (Rouergue), con texto de Elise Fontenaille, que cuenta con una versión animada en Vimeo que fue galardonado en Corea del Sur.

Por su parte, el escritor y especialista en literatura infantil y juvenil Samuel Alonso Omecaña, es también editor en ‘Libros del Zorro Rojo’ y profesor en el Máster el Álbum Ilustrado que impulsa el centro El Matadero de Madrid.

Entre ambos y ante el público que acuda a esta nueva edición de ‘Patios con Rima’ hablarán de los mágicos procesos de creación inspirados en el universo de los lectores más pequeños, de la literatura orientada a sus intereses y de los senderos por los que transita el género actualmente.

A juicio de Alonso, un tútulo que nunca debería faltar en la librería de un niño o niña sería ‘La isla del tesoro’, de R. L Stevenson, y si además está ilustrado por el gran Ralph Steadman, mucho mejor. Siempre aconseja a los lectores  “leer y mirar con calma, no dejarse seducir por imágenes y textos prefabricados, melosos y fáciles. Apuesto por la educación estética y literaria desde las primeras edades”, señala. Hoy por hoy recomendaría el primer libro de la hawaiana Emily Hughes, ‘Salvaje’. “Se trata de una historia sencilla, fresca y valiente sobre el mito del buen salvaje concebida para los más pequeños”.

Por su parte, la ilustradora Violeta Lópiz cree que la literatura infantil y juvenil interesa a los adultos porque se parece a un tema de los Beatles: “es algo fácil de escuchar, que no se pasa de moda, que dice lo que tiene que decir de la manera más sencilla y simple, con un gran nivel de mimo y cuidado y muchas lecturas posibles”. Sobre su profesión sostiene que “hay ilustradores que dicen lo que dice el texto, pero si solo es eso, aunque a veces resulte divertido, estás haciendo una copia. Autor del texto e ilustrador se expresan a su manera y luego juegan en la forma en que se van a entrelazar sus trabajos, que es lo interesante,  lo que cuentan juntos, texto e imagen, y ver qué pasa cuando chocan y surge una tercera cosa”, añade.

Confiesa que posee un microscopio que le encanta y que la inspira mucho a nivel plástico, y que “lo importante es la curiosidad por el aprendizaje porque en el acierto de mezclar disciplinas, está el enriquecimiento y la apertura de nuevos horizontes”, explica Lópiz cuyos últimos trabajos los ha realizado en Francia y en Italia.