Este miércoles ha llegado al Cuyás el espectáculo ‘Me llamo Suleimán’, adaptación teatral dirigida por Mario Vega (Unahoramenos Producciones) de la novela homónima de Antonio Lozano y de la que esta semana hay previstas siete funciones en el recinto de Viera y Clavijo.

Se da la circunstancia de que, también hoy, la Fundación SGAE ha hecho públicas las tres nominaciones de ‘Los malditos’, nueva propuesta de los artífices de ‘Me llamo Suleimán’, a los Premios Max de este año. En concreto, aspira a las categorías de Mejor Espectáculo Revelación, Diseño de Espacio Escénico (Mario Vega) y Autoría Revelación (Antonio Lozano).

Las seis primeras funciones de ‘Me llamo Suleimán’ en el Cuyás (de miércoles a viernes a las 10.00 y a las 12.00 horas) van destinadas a más de 3.000 escolares, dentro del proyecto pedagógico del Cuyás, Teatrae, patrocinado por la Fundación Mapfre Guanarteme, mientras que la última, prevista el sábado a las 18.00 horas para público general, será la número cien en la historia de este montaje. Para celebrarlo, ese día la representación acabará con un coloquio entre público y compañía. Voluntarios de Amnistía Internacional recogerán además firmas en favor de los refugiados y el público que compre en taquilla sus entradas puede donar un euro para colaborar con esta ONG.

La obra cuenta la historia de Suleimán, un niño que, harto de la terrible pobreza que vive en Mali, decide marcharse a la próspera Europa junto a su amigo Musa. Ambos esperan trabajar y conseguir dinero para regresar a su país y montar negocios con los que ayudar a sus familias, pero el viaje es duro.

Tras cruzar el desierto en atestados e incómodos camiones, llegan a la frontera con Melilla, donde una verja les impide cumplir su sueño de entrar en el primer mundo. Sin embargo, Suleimán no se rinde y decide volver a intentarlo, esta vez por mar.

El viaje es narrado por una compañera de clase, Isabel, a la que da vida la actriz Marta Viera arropada por la animación audiovisual de Juan Carlos Cruz.

‘Me llamo Suleimán’ pretende un reto tan hermoso como imprescindible: contribuir al acercamiento entre quien emigra y quien recibe al emigrante, dándole voz a un joven que llega a nuestras costas para contarnos cómo ha sido su viaje y qué le impulsó a emprenderlo.

Así,  se centra en la emigración clandestina entre África y España y en el viaje que realizan quienes la emprenden, tanto entre el África negra y el norte de Marruecos, a través del Sáhara, como entre las costas africanas y las canarias. “Nos puede ayudar a comprender mejor la decisión que han de tomar miles de personas y plantearnos cuáles son las razones para tomarla, sabiendo que –como por desgracia ocurre con muchísima frecuencia- sus vidas corren peligro”, según Antonio Lozano.

“Nuestra sociedad se hace muchas preguntas sobre el fenómeno de la emigración, pero son generalmente preguntas sobre su propia situación”, añade el autor para quien “es sin embargo fundamental que nos hagamos también preguntas sobre el que acomete el gran viaje, para comprender en su globalidad el problema”.

A juicio de Lozano, “tenemos una visión distorsionada de la realidad de la emigración y es importante superar esa situación, porque miles de africanos se están incorporando a nuestra sociedad y no debemos permitir que eso sea un factor de desestabilización social: asumir la diversidad cultural y humana de una sociedad como elemento enriquecedor requiere un esfuerzo por conocer mejor al otro y aceptar la diversidad como algo positivo”.