Noticia: Rocío Arévalo reivindica una convivencia más responsable con el medio natural en su última serie denominada Eukaryota
12 de febrero de 2018
El Centro de Artes Plásticas del Cabildo grancanario inaugura el día 15 de febrero, a las 20.00 horas, la última entrega individual de la artista chilena Rocío Arévalo denominada ‘Eukaryota’, una muestra integrada por un conjunto de delicadas piezas realizadas en acuarela sobre papel en las que la creadora reivindica, desde lo concreto, una convivencia más responsable con el medio natural.
Esta nueva serie con la que Arévalo regresa a la citada sala del barrio de Vegueta ubicada en el número 8 de la calle Colón tras su participación en la muestra colectiva ‘Las huellas del cuerpo’ realizada hace seis años, está integrada por diez obras de gran formato y otras ocho de pequeño tamaño producidas todas ellas durante 2017, en las que la artista cuestiona la relación cotidiana que la sociedad tiene con la naturaleza a través de los medios tecnológicos y el consumo alimenticio. Además, la artista ha intervenido pintando con acrílico un mural de grandes dimensiones en una de las paredes de la sala, al que suma otra instalación realizada con porcelana fría, madera y vinilo.
Rocío Arévalo protagonizará el día 1 de marzo una visita guiada a su exposición (abierta al público y gratuita) que tendrá lugar a las 20.00 horas, en la que explicará su proceso de trabajo y las líneas maestras que justifican su singular y personal propuesta artística.
El planeta ‘Eukaryota’ de Arévalo está poblado de tiburones, colibríes, ciervos, osos polares, koalas, elefantes, jirafas, lobos… toda una fauna que se transmuta a partir de su imaginación visionaria y que se asocia como una narración a distintos prototipos humanos. ‘Eukaryota’, que se mantendrá abierta hasta el 6 de abril próximo en el Centro de Artes Plásticas del Cabildo, pudiendo visitarse gratuitamente de lunes a viernes, de 10.00 a 21.00 horas, apunta hacia un discurso más vinculado a la conducta que a la cultura, así como a la noción de la existencia de una conciencia colectiva sobre el estado del medio ambiente, de la explotación de la tierra y los animales.
La frágil y evocadora plasticidad de las que se nutre el trabajo de Rocío Arévalo parece flotar sobre el papel hasta hacerse corpóreo en unas figuras apenas sugeridas por un trazo sencillo, transfigurándose en materia natural, en piedra, raíz, animal… Como señala la historiadora del arte tinerfeña Dalia de la Rosa en el texto del catálogo editado con ocasión de la individual de Arévalo, sus torsos y miembros se funden con la naturaleza, dejando de estar cosificados “para convertirse en una matriz de crecimiento. Rocío Arévalo no hace pronósticos sino diagnósticos de la relación Humanidad-Naturaleza”.
Para Dalia de la Rosa “el amor por explorar esta suerte de bosque móvil, metafórico y familiar, parte de una narrativa asumida por la creadora desde la infancia entroncada con una profunda empatía, y el posterior desarrollo de una ética de la alimentación, del consumo y de la visualidad de las problemáticas relacionadas. ’Eukaryota’ se propone como génesis o principio dinamitado de la costumbre, como inscripción dentro del organismo de la inercia y sus tensiones externas. Es decir, derribar lo social incorporado”, señala la cofundadora junto al artista Joaquín Artime del colectivo Neón-Púrpura.
La creadora chilena de 44 años residente en la capital grancanaria desde principios de los ochenta, cuya obra formó parte recientemente de la muestra colectiva ‘+F. Artistas postconceptuales en Canarias 2000-2017’ impulsada por San Martín Centro de Cultura Contemporánea, incidió en esa ética de la alimentación en su anterior entrega, ‘El arte de comer’, incluida durante 2015 y 2016 al circuito insular de Artes Plásticas del Cabildo, creando una especie de crónica de las relaciones sociales que mantuvo a lo largo del año 2012, cuando retrató a personas del mundo del arte (galeristas, artistas, críticos, comisarios…) en situaciones sociales en las que compartió mesa con ellas.
Rocío Arévalo (Santiago de Chile, 1974) reside en Las Palmas de Gran Canaria desde 1984. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Las Palmas de Gran Canarias para luego licenciarse en Bellas Artes en la Universidad de La Laguna.
La artista ha exhibido de manera individual las muestras ‘Retratos: El espacio que ocupa’ en la Casa de los Coroneles de Fuerteventura. España; ‘El espacio que ocupa’ en el TEA de Tenerife; ‘Carne, Las tres gracias’ en la Galería Saro León de Las Palmas de Gran Canaria; ‘La aportación de Miguel Martín-Fernández de la Torre’, en el Club de Prensa Canaria, y ‘Paisaje Fragmentado’, en la Sala Municipal de Exposiciones del Ayuntamiento de Mogán.
Asimismo, ha expuesto con carácter colectivo en los proyectos ‘Asphyxia’, en Hardy Tree Gallery de Londres; ‘Turismo Efímero. El Diálogo Iberoamericano’, en el Espacio Cultural el Tanque de Tenerife que comisarió Adonay Bermúdez; ‘Construcciones de Eva’, en la Galería de Arte de la ULPGC; ‘Fashion Art’, en el Hotel Urban, con Art Madrid, o ‘Mesa para tres’, en la Galería Macula de Santa Cruz de Tenerife.