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Noticia: Marta G. Cabrera: “La labor de los espías, que es solo una parte de lo que usualmente se conoce como inteligencia, está considerada como una de las profesiones más viejas del mundo”

11 de marzo de 2024

En la comunicación ‘Los servicios de inteligencia en el mundo contemporáneo’, la doctora Marta García Cabrera tratará de realizar una aproximación a la relación existente entre la inteligencia, el espionaje y las relaciones internacionales a lo largo de la historia. Se dedicará especial atención a la etapa contemporánea de la historia, sin descartar tampoco algunos episodios recientes que hacen de la inteligencia un concepto de rabiosa actualidad. 

“Tal y como argumentan investigadores como Gustavo Díaz Mateo y Marcelo Javier de los Reyes Giménez, normalmente suele observarse a la inteligencia y a las relaciones internacionales como disciplinas que transitan por caminos separados e incluso inconexos. No obstante, su relación es profunda y compleja, siendo esta una constante a lo largo de la historia”, aclarará la profesora. Por tanto, en un segundo punto, la comunicación incluirá una breve revisión del papel jugado por la inteligencia, el espionaje y las relaciones internacionales hasta siglo XVIII, para posteriormente analizar, con más detalle, su impronta a lo largo de los siglos XIX y XX.

Los espías, una profesión ancestral

“La labor de los espías, que es solo una parte de lo que usualmente se conoce como inteligencia, está considerada como una de las profesiones más viejas del mundo”, asegura la doctora Cabrera. “Existen evidencias de la recogida clandestina de información desde la antigüedad, aunque las actividades de espionaje e inteligencia en sentido estricto fueron formalizándose especialmente a raíz del surgimiento del estado moderno. Durante el siglo XVIII, el espionaje alcanzó un nivel de sofisticación mucho mayor, que fue aún más intensificado a lo largo del siglo XIX, cuando el mundo fue testigo de la aparición de las primeras agencias de inteligencia relativamente formales”.

No obstante, sería en el siglo XX cuando el mundo fuera testigo del dramático incremento de las operaciones de inteligencia, con la progresiva configuración de servicios secretos mucho más potentes y estatalizados. “El impulso de la inteligencia a lo largo del siglo XX se realizó al calor de los avances tecnológicos, con el estallido de dos guerras mundiales y, especialmente, con la configuración de un sistema internacional bipolar que dio forma a toda la Guerra Fría. La descolonización y los diferentes movimientos de independencia también influyeron en la movilización de campañas informativas y de inteligencia”.

A medida que avanzaba el siglo XX y se instauraba el siglo XXI, se extendieron también nuevas preocupaciones internacionales, como el terrorismo, las guerras asimétricas y el ciberespacio, entre otras amenazas. “Además, las rivalidades geopolíticas siguieron formando parte del escenario internacional. Aunque ya no existe una confrontación directa entre dos superpotencias, como ocurriría durante la Guerra Fría clásica, todavía existen tensiones y rivalidades que algunos analistas comparan con una nueva Guerra Fría. En este sentido, por ejemplo, en la comunicación se dedicará una atención especial al concepto de inteligencia global, una noción estrechamente vinculada con aspectos como el de la vigilancia masiva y la desinformación”, avanza la profesora.

El poder de los servicios de inteligencia

La información recogida y analizada por los servicios de inteligencia puede influir directamente en la toma de decisiones estratégicas y políticas que rodean o afectan a las relaciones internacionales entre estados y actores globales. En este sentido, la inteligencia también está directamente vinculada con ideas como la política exterior, la cooperación internacional, la estrategia, el sistema internacional y la diplomacia. La inteligencia y el espionaje son herramientas clave para obtener información estratégica sobre otros países, sus políticas, capacidades militares, planes y acciones. Los servicios de inteligencia recopilan datos sobre políticas, intenciones y capacidades de otros estados, lo que permite a los gobiernos entender mejor el panorama internacional y planificar sus propias estrategias diplomáticas, militares y de seguridad. Además, la inteligencia y el espionaje pueden influir en las negociaciones diplomáticas entre países. Al conocer las intenciones y debilidades del adversario, un país puede tener una posición de negociación más sólida y asegurar acuerdos favorables. Asimismo, los líderes políticos utilizan la información de inteligencia para evaluar posibles concesiones, estrategias y tácticas que pueden emplearse en negociaciones internacionales.

El enemigo en casa

Un servicio de inteligencia ocupa una posición estratégica clave en el ámbito de la seguridad nacional y las relaciones internacionales. Los servicios de inteligencia tienen la capacidad de recopilar información altamente sensible y valiosa sobre amenazas potenciales, tanto a nivel interno como externo, recuerda la doctora Cabrera. Esto incluye actividades de grupos terroristas, movimientos de países hostiles, organizaciones criminales y otros actores que pueden representar una amenaza para la seguridad nacional. No obstante, “los informes y análisis de los servicios de inteligencia son fundamentales para determinar políticas y acciones en asuntos de diplomacia y política exterior –de ahí, por ejemplo, la importante y constante relación existente entre inteligencia y relaciones internacionales–”.

Además de mirar hacia afuera, los servicios de inteligencia también se ocupan de las amenazas internas. “En este sentido, la contrainteligencia es crucial para detectar y prevenir actividades de espionaje, traición y sabotaje dentro de un país, aunque esta también suele ser aplicada en contextos internacionales –a través de operaciones encubiertas y de contrainteligencia frente a actividades de espionaje enemigas–”. 

El uso del espionaje y la inteligencia también puede generar tensiones y consecuencias negativas en las relaciones internacionales, incluso acelerar, justificar o motivar conflictos y crisis diplomáticas. “Los escándalos de espionaje, como el caso de Edward Snowden y las revelaciones sobre la NSA, por ejemplo, han dañado relaciones entre países y han generado debates sobre la privacidad y la ética en la era digital”.

 

Espionaje en la Guerra Fría

García Cabrera asegura que “sería la Guerra Fría la que diera a la inteligencia y al espionaje un protagonismo definitivo, al cubrir esta un período de amenazas e intensa competencia tecnológica, espacial, militar e informativa entre Estados Unidos y la Unión Soviética”. Esto llevó al desarrollo de tecnologías realmente avanzadas de inteligencia y espionaje, como el reconocimiento satelital, la interceptación de las comunicaciones y el ciberespionaje. “Además, se utilizó la inteligencia para influir en la opinión pública y política, y se llevaron a cabo operaciones encubiertas para obtener ventajas estratégicas en áreas económicas, políticas y militares”.

Pero el siglo XXI también ha sido testigo de una serie de cambios significativos en el campo de la inteligencia y el espionaje, impulsados por avances tecnológicos, los cambios de las amenazas globales y la evolución de las estrategias de seguridad nacional. “Habría que destacar especialmente la aparición de una tecnología digital especialmente avanzada, la lucha contra el terrorismo, la vigilancia masiva, la desinformación en línea y la necesidad de una mayor cooperación internacional. A pesar de los avances tecnológicos y los nuevos enfoques en la inteligencia y el espionaje del siglo XXI, persisten todavía elementos tradicionales, como los agentes encubiertos, las misiones de inteligencia humana, la criptografía y la contrainteligencia; sin olvidar tampoco el mantenimiento de la violencia, como en la ejecución de agentes dobles o el desarrollo de operaciones antiterroristas”.

Trayectoria de Marta García Cabrera

Marta García Cabrera es doctora en Historia por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la Universidad de La Laguna, la Universidade da Madeira (Portugal) y Universidade dos Açores (Portugal). Sus principales líneas de investigación son el análisis de la propaganda y los servicios de inteligencia durante los grandes conflictos del siglo XX. Actualmente es investigadora postdoctoral de la ULPGC, investigadora honorífica de la Universidad de Kent (Reino Unido) y, además, acaba de finalizar una estancia de investigación de dos años en la Frëie Universitat de Berlín (Alemania).

Marta García ha publicado en revistas de impacto como Vegueta, Intelligence and National Security y War & Society, entre otras. Además, es autora de libros como ‘Bajo las Zarpas del León’ (2022, Marcial Pons), ‘Propaganda and Neutrality’ (2023, Bloomsbury) y ‘Deutsche auf den Inseln!’ (Dykinson, 2023). A través del análisis del material desclasificado de los archivos nacionales disponibles en Madrid, Berlín, Londres y Washington, la investigadora ha podido desvelar el papel de la propaganda y la inteligencia extranjera en España durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Además, la experta siempre dedica una especial atención a los acontecimientos que rodeaban al escenario insular canario durante la primera mitad del siglo XX.

Sus investigaciones han revelado, por ejemplo, las operaciones de inteligencia y sabotaje diseñadas por Gran Bretaña para Canarias durante la Segunda Guerra Mundial, así como la compilación de información operacional aliada entre 1939 y 1945. García Cabrera también es responsable de nuevos trabajos de investigación en los que destaca el potencial de la inteligencia alemana y estadounidense en las islas, así como la importante presencia de la comunidad alemana de Canarias a lo largo de la primera mitad del siglo XX. Junto a investigadores como Emilio Grandío Seoane y Carlos Píriz González, Marta García Cabrera es cofundadora e impulsora de la Red Española de Estudios Históricos de Inteligencia (RESHINT). Esta nace con el objetivo de fomentar la investigación crítica sobre inteligencia, (des)información y espionaje en perspectiva histórica. Pretende servir de herramienta para conectar a investigadores e investigadoras de todo el mundo que trabajen sobre esta temática, especialmente para quienes tengan el caso español como objeto de estudio preferente. Sus inicios se remontan al año 2023, aunque es el resultado de varias reuniones, seminarios y otros eventos científicos celebrados en distintas universidades europeas.

 

 

 

 

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