Noticia: Últimos días de la exposición del artista Marco Montiel-Soto que reflexiona sobre los lazos que unen Canarias con Venezuela
18 de octubre de 2019
El Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) de Gran Canaria clausura este domingo, 20 de octubre, la exposición Mal de mar hacia un triste trópico: notas sobre la otra isla, dedicada a la obra del artista venezolano afincado en Berlín, Marco Montiel-Soto. El proyecto expositivo, producido por el CAAM con la colaboración de JTI, se exhibe en el espacio CAAM-San Antonio Abad del Cabildo de Gran Canaria, con entrada libre y gratuita.
Comisariada por la historiadora y crítica de arte Lidia Gil Calvo, la exposición propone una reflexión sobre la conexión que une a Canarias con Venezuela, dos pueblos unidos entre sí por una tradición histórica vinculada a movimientos migratorios en ambas direcciones, que se conocen a partir de los primeros viajes de Colón hacia tierras americanas, impulsados por los avances en la navegación, los vientos Alisios y las corrientes del Atlántico que facilitan ese vínculo canario-venezolano.
Canarias vivió tras la Guerra Civil en España un fenómeno de emigración clandestina masiva hacia Venezuela, coincidiendo con su auge económico derivado del petróleo. Pero ese flujo migratorio se ha invertido desde finales del siglo XX debido a la compleja situación económica y social por la que atraviesa el país caribeño. Descendientes de las familias que emigraron a Venezuela en busca de un futuro mejor regresan ahora al Archipiélago ante la imposibilidad de mantener allí una vida digna.
Desde su potente universo creativo, Marco Montiel-Soto habla sobre Venezuela a través de una selección de obras creadas con estructuras fabricadas y objetos encontrados, simbólicos, intervenidos. En palabras de la comisaria Lidia Gil Calvo, las creaciones de Montiel-Soto "muestran la complejidad de la historia y en qué medida afecta a los pueblos y su cultura".
“Conectando con los trabajos de campo de la arqueología y la antropología, utiliza material recolectado en el lugar, impregnado de vida, como periódicos, monedas, postales, fotografías antiguas, libros, grabaciones de audio y vídeo, y lo transforma artísticamente para cargarlo de contenido crítico y reflexivo”, apunta la comisaria.
Punto de partida
El proyecto tiene su punto de partida en dos viajes que el artista venezolano realiza al archipiélago canario “buscando cierto imaginario de su país de origen, inspirado por las expediciones científicas de los exploradores decimonónicos”.
En este sentido, las propuestas artísticas de Montiel-Soto nos introducen también en el legado canario que viajó a América, "recordando ese mal de mar metafórico de las duras travesías que varios miles de emigrantes realizaron en los «veleros fantasmas» hacia el sueño de la que, hasta hace poco, fue considerada como la octava isla”.
Rutas imaginarias
Marco Montiel-Soto (Maracaibo, Venezuela, 1976) vive y trabaja en Berlín. Realizó su formación sobre Arte Sonoro en Berlín y anteriormente sobre Fotografía, en su país natal. Como viajero y migrante, se encuentra de forma constante “viajando de regreso” en unas expediciones, en las que “la ruta se vuelve imaginaria y el tiempo de viaje es elástico”.
Su trabajo artístico explora las intersecciones entre territorios políticos y poéticos, patria, tradiciones, economía, arqueología, religión, mitos, muerte, cosmos y caos. Sus llamativas instalaciones son una creolización de estructuras arquitectónicas, objetos encontrados, composiciones sonoras, vídeos, fotografías, dibujos, collages, textos y mapas.
La exposición se articula a través de una selección de un total de 82 obras del artista, procedentes, en su mayoría, de su estudio de Berlín, que se complementan con piezas creadas por distintos autores, pertenecientes a las colecciones de la Casa de Colón y de Casa África.
Mal de mar hacia un triste trópico es una producción del CAAM, inscrita en el concepto global que orienta este centro de arte, la tricontinentalidad, y su compromiso de promover proyectos sobre la temática del mestizaje cultural atlántico, en el que Canarias se sitúa como espacio de cruce de culturas entre tres continentes.