Noticia: Pérez Galdós regresa a Madrid cien años después
31 de octubre de 2019
Es cierto que Galdós nunca se ha marchado de Madrid. La presencia de su rastro en la capital española es fácilmente perceptible, pero quizás ahora más que nunca y durante todo el recorrido del próximo 2020, su nombre y apellido cobrarán una mayor vigencia con motivo de la conmemoración del centenario de su muerte, acaecida el 4 de enero de 1920.
Muy cerca de muchos de los lugares que transitó por el centro y noble casco del viejo Madrid, más concretamente en la Biblioteca Nacional de España, ha sido en la mañana de hoy inaugurada la exposición denominada ‘Benito Pérez Galdós. La verdad humana’, una muestra que recoge más de 200 obras de distinta naturaleza, entre manuscritos originales de Galdós, libros impresos, esculturas, grabados y lienzos, que dan cuenta del rico universo del que siempre se rodeó el autor de los Episodios Nacionales.
El Ministro de Cultura y Deportes en funciones del Gobierno de España, José Guirao, la inauguró en la mañana de hoy jueves, día 31 de octubre, en la Sala Recoletos de la citada Biblioteca Nacional, acompañado por el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales y los dos comisarios de la misma, Germán Gullón, catedrático emérito de Literatura Española y Marta Sanz Pastor, escritora y Doctora de Literatura Contemporánea.
Cuando solo llevaba un año en la capital madrileña, Pérez Galdós (Gran Canaria, 1843-Madrid, 1920) asistió al acto institucional de la imposición de la primera piedra de la Biblioteca Nacional que ahora alberga sus grandes obras. Ese monumental edificio que abrió sus puertas en 1712 y que forma parte indisoluble de ese Madrid en el que Galdós vivió casi 60 años de su vida, acoge esta muestra como un designio del caprichoso destino.
De las 200 obras expuestas en la muestra -algunas de ellas nunca expuestas hasta ahora- pertenecientes a diversas colecciones públicas y privadas, una quincena pertenece a los fondos de la Casa-Museo Pérez Galdós. El Cabildo de Gran Canaria ha trasladado a Madrid el célebre óleo que el pintor Joaquín Sorolla realizó de Benito Pérez Galdós en 1898, así como otras catorce piezas que habitualmente se exhiben en la Casa-Museo Pérez Galdós, donde nació el escritor, periodista y político en 1843, en pleno barrio histórico de la capital grancanaria.
Organizada por el Ministerio de Cultura y el Gobierno de Canarias, la exposición ‘Benito Pérez Galdós. La verdad humana’ permanecerá abierta en la Biblioteca Nacional hasta el próximo día 1 de marzo, y no será hasta el mes de abril de 2020 que podrá disfrutarse en la capital grancanaria.
Numerosas personalidades del ámbito de las letras españolas acudieron a la inauguración de la muestra, que contó asimismo con la asistencia de la consejera de Cultura del Cabildo grancanario, Guacimara Medina; la consejera de Cultura del Gobierno de Canarias y su viceconsejero, María José Guerra y Juan Márquez, respectivamente; la consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz; la directora de la Biblioteca Nacional de España, Ana Santos Aramburu; la concejala de ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Lourdes Armas; la directora de la Casa-Museo Pérez Galdós, María Victoria Galván y la catedrática emérita, directora de la Cátedra Galdós y reconocida especialista, Yolanda Arencibia.
Con esta exposición se inaugura el amplio programa de actos previsto de manera coordinada por el Cabildo grancanario, Gobierno de Canarias y ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que durante 2020 se desarrollará con la finalidad de conmemorar el centenario de la muerte de Pérez Galdós.
‘Benito Pérez Galdós. La verdad humana’ pretende divulgar la vida y la compleja obra de este insigne escritor, considerado unánimemente como el principal renovador de la novela española del siglo XIX, presentando el contexto cultural, histórico y político de la época y ofreciendo diversos trayectos temáticos para trazar un recorrido biográfico y literario del mencionado personaje.
Una quincena de valiosas piezas
Las quince piezas que el Cabildo traslada a Madrid son el popular óleo de Sorolla, otras dos obras pintadas por el propio Galdós, ‘Paisaje de Santander’ y ‘Barcos en Santander’, así como el óleo sobre cartón del pintor Emiliano Beruete, ‘Vista de Orbajosa’. La selección asimismo está integrada por otros objetos singulares que pertenecieron a Galdós como una pandereta pintada con una marina, su paleta de pintura, un certificado correspondiente a la elección de Galdós como diputado por Madrid, una partitura de piano de Mozart, un mapa del área central de Londres de 1896, tres facturas del Hotel de Hamburgo Europe, Roncerayen de París y Wiesbaden, un exvoto de un barco pesquero de la Iglesia de San Telmo de la capital grancanaria, un busto de Beethoven que perteneció a Benito Pérez Galdós y el volumen-catálogo titulado ‘La Tierra de Galdós’, que recoge una antológica de documentos sobre el autor de los Episodios Nacionales sobre Galdós y Canarias que el Cabildo publicó en 2003.
Entre las actividades paralelas previstas a la exposición destaca el día 11 de diciembre la lectura dramatizada que se llevará a cabo en el salón de actos de la Biblioteca Nacional de la obra ‘Ana, también a nosotros nos llevará al olvido’, escrita por la dramaturga canaria Irma Correa, cuyo texto inspiró el montaje teatral del mismo nombre que se estrenó en el Teatro Pérez Galdós de la capital grancanaria en 2018 en el marco de Laboratorio Galdós, una de las principales iniciativas del denominado Bienio Galdosiano impulsado por el Cabildo de Gran Canaria. Se trata de un texto inspirado en la Tristana de Benito Pérez Galdós, con trazos de la Nora de Ibsen.
La adaptación del texto para su representación como lectura dramatizada en la Biblioteca Nacional está realizada por la propia Irma Correa y contará con la participación de los actores Ruth Sánchez, María de Vigo, Marta Viera, Rubén Darío y Quique Fernández, bajo la dirección de Mario Vega.
Revisión vital del genio Galdós
Las distintas salas en las que podrá contemplarse la muestra ‘Benito Pérez Galdós. La verdad humana’ dan cuenta de un mundo en transformación que va forjando la polifacética personalidad del escritor canario, que con sus obras y aportaciones públicas incidirá, a su vez, en una nueva manera de entender la realidad moderna.
Los espacios íntimos, la luz de los exteriores, la naturaleza, las tertulias, los trabajos y las publicaciones galdosianas se irán desgranando en dichos espacios expositivos donde tendremos la oportunidad de familiarizarnos con el árbol genealógico de Pérez Galdós; sus primeros años en Canarias; el primer amor; sus aficiones pictóricas; la llegada a Madrid y el aprendizaje en el Ateneo; el magisterio de Giner de los Ríos; su experiencia como periodista; la influencia que sobre él ejercieron las lecturas de Balzac, Dickens o Mesonero Romanos; su primeras novelas y su evolución como escritor hacia estilos cada vez más personales y versátiles; sus amistades con Menéndez Pelayo, Clarín y Pereda; su perfil de hombre político y su deriva hacia el republicanismo; los amores con doña Emilia Pardo-Bazán y con la madre de su única hija; su papel como renovador del teatro español; la gran despedida nacional que se le dispensó tras su muerte; y el posterior silenciamiento de una figura magna de nuestras letras que, actualmente, vuelve a ser revisitada por escritores y escritoras actuales muy relevantes.
La principal aportación de Benito Pérez Galdós a la cultura española fue inventar una imagen moderna del ser humano, que superaba la forjada a base de los arquetipos mentales y dualidades predominantes impuestas desde el Renacimiento: razón y corazón, mente y emociones, espíritu y cuerpo.
Estos contrastes habían determinado los vaivenes de un campo intelectual colonizado por esa ideología que hizo prevalecer la superioridad del espíritu (lo noble) sobre el cuerpo (lo innoble) y contribuyó al desequilibrio, personal y colectivo, de la sociedad española.
Pérez Galdós ofreció en sus obras literarias un modelo de ser humano real, verdadero, en sintonía con su contemporaneidad, que a la vez no renunció a la herencia literaria del Siglo de Oro y, muy especialmente, a la del universal personaje cervantino, don Quijote de la Mancha, cuyo poder de imaginación podía doblegar las preocupaciones materiales. Sus quijotes decimonónicos ya no serán hidalgos, sino abogados, empleados, médicos, comerciantes, profesores, maestros, y mujeres admirables.
De izq a dcha, Juan Márquez, María José Guerra, Lourdes Armas,...
De izq a dcha. José Guirao, María José Guerra, Antonio Morales,...
Antonio Morales, José Guirao y Guacimara Medina
De izq a dcha, Eduardo Fernández, Lourdes Armas, Antonio Morales,...
Benito Pérez Galdós ocupa la Biblioteca Nacional de España