La Casa de Colón acoge el día 10 de junio, a las 19:30 horas, la presentación del libro ‘El niño de la tienda de telas’, ópera prima de Jesús Ibrahim Chamali, en el que, a través de relatos cortos desde la curiosa mirada de un niño, el autor descubre la vida que late en los acontecimientos cotidianos de una familia, una ciudad y un tiempo que se va quedando atrás. 

En el acto intervienen, además del autor, el escritor Carlos Ortega Vilas, y la editora de Puentepalo, María Jesús Alvarado. La entrada es gratuita y las plazas online para asistir ya están agotadas, pero el centro museístico ha reservado un porcentaje que se entregan el mismo día por estricto orden de llegada hasta completar el aforo limitado.

Jesús Ibrahim Chamali, nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1962, es hijo de padre sirio y madre libanesa, ambos comerciantes, primero de una tienda de telas y tras el ‘boom’ económico de los años sesenta fue derivando a confecciones y calzado, hasta quedarse finalmente como tienda de calzados. Su última etapa laboral, el autor del libro la desarrolló como analista de riesgos financieros y en la actualidad dedica su tiempo a seguir leyendo y a inventarse otras vidas a través de microrrelatos que publica en un blog.

‘El niño de la tienda de telas’ no puede ser considerado un libro autobiográfico, aclara, pero sí cuenta como ese niño que era él, desde los 7 años hasta la preadolescencia, ve el mundo. Y él veía sobre todo a un padre emigrante, que venía de un país que había pertenecido al imperio otomano y que tras la primera Guerra Mundial pasa al protectorado francés. Era un país de mayoría musulmana, pero ellos eran cristianos y habían sufrido persecución religiosa, con lo cual su religión la vivían con mucha más fe, recuerda.

También rememora cómo trabajaban 16 o 18 horas al día, y a veces 20, para sacar una familia adelante y que solo tenían un objetivo en su vida, que no era otro que sus hijos no pasaran lo que ellos pasaron.

Y ese niño también vió como la sociedad poco a poco iba cambiando, cómo pasaba de los años 60 a los 70, llegaba el hombre a la Luna, su madre se enfrentaba a un accidente y a la enfermedad, y a la vez, comprobaba la contradicción entre las enseñanzas que recibía de su casa y lo que veía en la calle. Es decir, enfrentarse a esa dicotomía de a qué le hace caso.

“Son pequeños relatos que ese niño vivió, cómo va evolucionando y cómo aparecen algunos personajes y desaparecen otros”, explica al tiempo que aclara que está escrito de una manera que resulte atractivo, o esa es su intención, para el que lo lea.