La Casa-Museo Antonio Padrón-Centro de Arte Indigenista abre el día 1 de octubre, a las 12:00 horas, la exposición ‘En la era, el pan es trigo todavía’, del artista Paco López, con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural. Se trata de una instalación que pretende acercarse al mundo rural que Antonio Padrón plasmó en sus creaciones, en la que el artista refleja tanto el momento de la trilla como el del acopio de las semillas.

La inauguración de la muestra será ‘online’ a través de las redes sociales de este centro museístico y la exposición, ubicada en el espacio ‘El Voladizo’, podrá visitarse de manera gratuita hasta el día 31 de octubre, de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas.

La propuesta expositiva que se presenta en el centro museístico de Gáldar pretende acercarse a esa disquisición que Antonio Padrón realiza del mundo rural como punto de partida de su proceso expresivo. Es en el campo donde las señas identitarias indígenas actúan como terreno fértil sobre el cual el pintor indaga para desarrollar su itinerario plástico. Además, la presencia prominente de la mujer en la obra de Antonio Padrón, hace patente el vínculo ancestral entre la mujer y su entorno.

La variada cosmografía de las labores en el campo, en especial aquellas relacionadas con la producción de la cosecha toman relevancia en la instalación expositiva. Por ello, las muestras de distintas semillas, especialmente de cereales y legumbres, y la estructura expositiva remiten a todos esos procesos de obtención de los alimentos, el trabajo de la mujer y su relación con Antonio Padrón.

En esta instalación, el artista pretende hacer una especie de simbiosis o de interferencia entre el elemento etnográfico, en este caso la semilla y los útiles y aperos, y la cuestión artística para seguir la estela de Padrón. Y es que el pintor abordó en sus cuadros el momento de la trilla, fundamental en el trabajo en el campo porque es el momento en que se recoge la cosecha y se separa la paja del trigo.

Por ese motivo, López expone en una parte de esta muestra el trabajo en la era, donde aparecen trillos antiguos rescatados, mientras que la otra parte está dedicada al acopio, en el que con bloques de hormigón crea almacenes o cenobios, similares a las cuevas.

El autor de esta instalación explica que su interés es rescatar elementos, como los trillos, para ponerlos en primer plano, ya que fueron herramientas útiles e imprescindibles en el pasado y han sido abandonados. Todo ello, para mostrar la belleza que hay en un elemento tan sencillo y humilde.