El Ateneo de Madrid y su sala Pérez Galdós, fue el espacio elegido en la ruta de la programación desplegada en la capital española para hablar de la relevancia de la figura de Pino Ojeda en la cultura canaria y española.  La iniciativa promovida desde la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, a través del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), cuenta además con la colaboración de la Fundación Canaria Pino Ojeda, dedicada a promocionar, conservar y difundir su legado artístico y literario, así como de la Delegación del Gobierno canario en la capital española.

En la mesa redonda de debate, ubicada en el espacio dedicado al artista canario más universal, intervinieron Domingo Doreste y Carmensa de la Hoz, así como Elsa López, y Blanca Hernández, destacadas mujeres de la cultura en las Islas y patronas de la Fundación Pino Ojeda.

La consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina, agradeció al Ateneo su colaboración, y afirmó que con este acto “clausuramos la semana, pero no el programa desarrollado en la capital española con la colaboración de la Delegación del gobierno autonómico y su delegada, Lola Padrón. Este 8 de marzo, hemos empezado custodiando empatizar con todas las mujeres del mundo en la figura de Pino Ojeda y queremos con ello dar una importante visión de la cultura, y que sirva como representante de las otras mujeres valiosas y potentes que tenemos en las islas. De Pino Ojeda, tal y como se señaló en la inauguración de su exposición, todo está por descubrir y queda mucho por destapar de su obra y vida. Desde la institución insular y el gobierno canario queremos apoyar los talentos canarios y de los que no lo son, porque nuestro interés es sacar la Cultura fuera”.

La mesa debate moderada por la comisaria de la exposición, Carmensa de la Hoz, comenzó con una declaración de intenciones, “yo estoy muy emocionada por su personalidad y enjundia porque la exposición y esta mesa son un aperitivo de Pino Ojeda, pues nos queda mucho por averiguar de la artista grancanaria”. De la Hoz lanzó una primera pregunta que fue el hilo conductor de todo el debate: ¿Escribe Pino Ojeda desde el dolor? En base a esa línea   tanto su nieto Domingo Doreste como la propia comisaria expresaron emocionados anécdotas de su vida relacionadas con el arte y la literatura, sin embargo la nota más importante desde el punto de vista literario la pusieron Elsa López y Blanca Hernández.

Elsa López, poeta destacada no solo en las islas en donde además obtuvo el Premio Canario de Literatura el pasado año, insistió en lo que escribió en el prólogo de Niebla de sueño, “ Pino Ojeda escribe de amor, pero lo que trasluce es la pena propia de muchas mujeres, aparece el verdadero rostro, es la necesidad del otro, del amor en general, no sólo a la pérdida de su marido. Debemos de tener en cuenta que siempre hay una gran mentira en la literatura y lo que podemos interpretar como amor a su marido, es al amor en sí. Pero era una mujer que escribía desde la libertad, la energía... era muy potente, de esas que dicen aquí estoy yo”.

Por su parte Blanca Hernández cuya trayectoria investigadora se centra en las escritoras canarias del siglo XX, feminismo, estudios de género, diversidad sexual y su aplicación a la didáctica, aseguró que la obra de Pino Ojeda surgió como lucha contra el silencio y el dolor. “Pino Ojeda hizo un intercambio de tradición y cultura, el contacto con los intelectuales de la época, trascendió en su literatura, pero creó su propia voz. Fue testimonio de una época y aunque el motor de su poesía fuera la pérdida, la depresión, se levantó y analizó el dolor. Su poesía tiene mucho erotismo que no era nada normal en boca de una mujer. Ella negó el comportamiento que tenía que tener una mujer, y por tanto abandera un feminismo del que no era consciente. Su obra analiza la vida social, la ciudad, la deshumanización, habla incluso en defensa de los animales, la naturaleza. Se fue mesurando propio de la edad, pero va de un yo que trascendió a un nosotros. La maternidad, el paso del tiempo, la subjetividad femenina son temas recurrentes en su obra”.

Desde la mesa se encontraron más puntos en común que divergencias, leyendo incluso algunos poemas que apoyaran las teorías planteadas: Que fue una voz ocultada, valiente,  que interpela al lector  y cuyo objetivo era romper la normativa le imponía la sociedad. Finalizó el acto con algunas intervenciones del público, algunas personas que no conocían la figura de Pino Ojeda y que quedaron entusiasmadas y con ganas de descubrir más.

El programa destacado en Madrid comenzó con la inauguración de la exposición ‘Los Vientos Alisios de Pino Ojeda en Madrid’ y una posterior presentación de ‘Niebla de Sueño’, el primer libro de poemas que la artista publicó hace 75 años y que ha reeditado el Cabildo grancanario el pasado día 6 de marzo en la sede de la Delegación del Gobierno de Canarias en Madrid. Esta exposición es la primera que se realiza sobre la obra literaria de la artista ya que hasta hace bien poco, solo se ha hecho desde el punto de vista artístico.

La nota final al extenso programa desarrollado finalizará con la presentación del documental La habitación del fondo, dirigido por su nieto Domingo Doreste y que tendrá lugar el 27 de marzo en la Delegación del Gobierno Canario, en al calle Fernanflor, 8 de Madrid, y justamente un día antes de finalizar la exposición.

Sobre Pino Ojeda

Pino Ojeda Quevedo (Teror, 1916 - Las Palmas de Gran Canaria, 2002) fue una destacada intelectual, creadora y activista cultural en la escena literaria y artística de Gran Canaria en la segunda mitad del siglo XX. Cultivó la poesía, la novela, el teatro y los cuentos, aunque además sobresalió como artista plástica, galerista y librera. Fue una mujer adelantada a su tiempo que desafió los roles de género en la España de la dictadura militar, en la que las mujeres eran invisibilizadas y apartadas sistemáticamente de la vida pública. Pese a su condición de viuda y madre con solo 22 años y en un contexto marcado por la posguerra en España, su amor por la cultura y su perfil polifacético la llevaron a cultivar distintas disciplinas del arte.

La figura de Pino Ojeda se inscribe en el contexto de una generación fundamental de mujeres escritoras y artistas canarias, como Lola Massieu, Chona Madera o Jane Millares, entre otras, que convivieron y desarrollaron su obra en el ámbito insular del mismo modo que sus coetáneos masculinos, como Felo Monzón, Pedro Lezcano, Juan Ismael o Plácido Fleitas.

Ojeda fue la primera mujer que fundó y dirigió una galería de arte en Canarias, la Galería Arte, entre 1958 y 1969, aunque unos años antes se había convertido en la primera mujer que funda, edita y dirige en las Islas una revista de poesía, Alisio. Hojas de poesía, activa entre 1952 y 1955, en la que publican autores como Vicente Aleixandre, Carmen Conde, Gerardo Diego, Gabriel Celaya o Juan Ramón Jiménez.