Noticia: “Invitamos al público a que pasen su perspectiva por el prisma de nuestro espejo cóncavo para que éste les haga ver la realidad”
28 de septiembre de 2023
Llega el otoño, la noche empieza a refrescar y el aire se llena de música y poesía. Así ocurre al menos en el patio de la Casa-Museo León y Castillo en el barrio teldense de San Juan. El popular ciclo musical ‘Patios encantados’ retoma su programa mensual con el tándem ‘Cóncavo y con verso’, espectáculo que fusiona las canciones de autor de Rubén Rodríguez y la poesía de la joven Andrea González. El cóctel se compone de un dúo “detox y orgánico”, como lo definen sus creadores, lo que se convierte en la perfecta dieta depurativa para los excesos estivales. La cita es, como siempre, de entrada libre y gratuita, y está convocada para el día 29 de septiembre, a las 20:00 horas.
“La propuesta es desarrollar una velada poético-musical, dando un giro al concepto de este tipo de formatos llevándolo a una onda más moderna, transgresora, reflexiva y divertida”, resume Rubén Rodríguez, quien también avanza que el programa del concierto incluye canciones y textos, “algunos escritos ex profeso para este proyecto, y otros a los que hemos ido encontrando el encaje a medida que íbamos perfilando de manera conjunta el mensaje que queremos transmitir”, avanza el cantautor, que recuerda que no faltarán viejas canciones conocidas como: ‘La trapera’, ‘Insilio’, ‘Girar pomos’, ‘Verbo’ o ‘Aviones de papel’, entre otras.
Una mezcla natural y ‘orgánica’
Andrea Rodríguez es una joven grancanaria que empezó escribiendo un blog “que no le interesaba a nadie”, según su particular criterio. Ella misma explica cómo nace la idea de crear una propuesta artística mezclando música y poesía. “Surgió de manera natural, estaba destinada a pasar. Nos conocemos desde hace ya más de una década y nos hemos acompañado en muchos momentos de nuestra vida con el arte de por medio. Hace un tiempo, le hice un poema a una canción de Rubén y fue el ‘clic’ para hacer algo juntos”, relata.
Ambos suelen definir su actuación como “orgánica, natural y detox”. Andrea González se apresura a desentrañar este acertijo. “Es orgánica y natural porque no tiene artificios, porque al final somos dos amigos, que nos juntamos en este caso en la Casa-Museo León y Castillo, como si fuera el sofá de nuestra propia casa y jugamos a juntar acordes con versos. Y ‘detox’, porque esperamos que al público le genere la misma sensación que tenemos nosotros cuando nos juntamos, que es reparadora”, asegura la joven. “Les invitamos a cambiar la perspectiva, a que la pasen por el prisma de nuestro espejo cóncavo y que éste, les haga ver la realidad, su realidad de otra manera”, añade sobre el concierto del día 29.
Su lugar en el arte
“La música encuentra lugares por dónde transpirar, hago canciones para eso, para que sean espacios comunes y seguros dónde poder encontrar el norte cuando andas despistado”. Así describe Rubén Rodríguez el que cree que es su momento actual en el mundo de la música. “Mi lugar en la música lo va eligiendo el público que refrenda o no lo que hago, pero el verdadero éxito pasa porque las canciones me sigan dando tiempo para poder hacer más; sobrevivir de ellas es todo un regalo”, asegura el cantautor.
“No tengo claro cuál es mi lugar en el universo literario, no estoy buscando un sitio”, afirma Andrea por su parte. “Pero tengo muy claro cuál es el lugar de la literatura en mí. Al final, simplemente todo esto es fruto de sacar, en este caso, gracias a Rubén, cosas que estaban guardadas en una libreta o en las notas del móvil y enseñarlo al mundo. Estoy pasando un poco de puntillas por aquí, para no hacer mucho ruido”, confiesa la poeta.
En el caso de Rubén, nos encontramos ante un artista polifacético, ya que también es educador y dinamizador cultural, además de uno de los tres miembros de ‘La chirimurga del timple, junto a Victor Lemes y Luis Quintana. Lo mismo ocurre en el caso de Andrea González quien explica que no se dedica profesionalmente al mundo artístico, “por eso cada uno de los pequeños proyectos en los que participo me llena de satisfacción y me aporta muchísimo”, añade la joven.
El cantautor ‘vitamina’
Rubén Rodríguez recurre a una reflexión que hace en uno de sus proyectos con la compañía ‘Arte de facto’ para responder si hay lugar para la canción de autor en un mundo tan polarizado para la música. “Tanto las frutas como verduras son alimentos esenciales para el organismo, nos aportan vitaminas y minerales para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo y su consumo es importante. Al igual que pasa con las frutas y verduras, debemos consumir música para el alma, música que ayude a prevenir y curar cicatrices, que luche contra los mensajes instantáneos que la sociedad nos propone, similar al ‘fast food’”, describe a modo de comparación culinaria.
La música que sana también requiere ser escuchada en espacios sanadores. “Para ello, explica Rubén, “hay que proponer espacios dónde se puedan consumir esas canciones que no suenan en la radio cada día. No son los supermercados habituales, sino mercados agrícolas donde el consumidor puede adquirir el producto directamente desde el agricultor (cantautor) sin intermediarios ni químicos”, explica el músico, continuando con la metáfora alimentaria. “Tiene que existir hueco por una cuestión de salud”, añade.
Las redes ‘sanas’
Como no podría ser de otra manera, ambos artistas, jóvenes de su tiempo, utilizan las redes sociales como herramienta para promocionar su trabajo, pero se cuidan mucho de que la relación también sea ‘orgánica y detox’. “Sí”, responde Andrea, “con el paso del tiempo he ido utilizando mis redes sociales para darle un carácter audiovisual a los textos que recito”.
Rubén también reconoce que “hoy en día es vital tener buena relación con ellas, porque nos ayudan a llegar a muchísima gente que te quiere y que quiere mantenerte en su círculo cercano, ser parte de ellas ¡Eso es maravilloso! Pero, como en todas las relaciones, tenemos que evitar a toda costa que sean tóxicas, con una dependencia no sana, lo importante para mí sigue siendo tomarme algo ‘face to face’ con mis amigos/as/es”.
Ambos sueñan con vivir y disfrutar de la música y la literatura a tiempo completo, un sueño no exento de muchas, muchas vallas que saltar. “Disfrutar de la poesía es muy fácil”, reconoce Andrea, “pero vivir de ella se está volviendo más complicado, ya que creo que últimamente no se le está dando cabida al arte y el apoyo a este colectivo vuelve a brillar por su ausencia”, se lamenta.
Para Rubén, “lo difícil es hacerlo fácil. Ninguna profesión artística está libre de dificultades, y menos siendo autónomo, pero tu actitud frente a ella es vital, si aceptas la incertidumbre como compañera y pagas tus trimestrales religiosamente”, advierte el cantautor. “Pero si es la voz con la que debes expresarte en el mundo, que nadie hable por ti”, advierte.
Sobre Rubén Rodríguez y Andrea González
Rubén Rodríguez es, además de cantautor, músico, educador y creativo. También gestiona la compañía que desarrolla proyectos de dinamización cultural ‘Arte de Facto’, y dirige y presenta un programa cultural de radio, 'Artenativo'. Asimismo, imparte clases en la escuela de música que fundó junto al timplista Abraham Ramos (‘Artesonar’) y es miembro del grupo que fundó en 2016 junto a Luis Quintana y Víctor Lemes, 'La Chirimurga del Timple'.
A lo largo de su carrera musical ha compartido escenario y proyectos con otros cantautores canarios como Rogelio Botanz, Andrés Molina, Pedro Guerra, Luis Quintana, Fermín Romero, Ari Jiménez, Sergio Alzola, Ángel Ravelo, Jorge Santana, Arístides Moreno, Víctor Lemes y Diego Ojeda, a los que se suman cantantes de otras latitudes como Carlos Carreira, Alejandro Filio, Edgar Oceransky, El Kanka, Tontxu, Fran Fernández y Conchita, entre otros.
Andrea González ha participado en diferentes talleres de poesía, además de contar con su propio blog. Ha formado parte del proyecto ‘El sonido de la tinta, del Ayuntamiento de Santa Lucía, y el proyecto ‘LPA en Vivo’, con la iniciativa ‘Poesía en tinta roja’. Recientemente se ha unido al cantautor grancanario Rubén Rodríguez, al que define como su “amigo y mentor”, con el que se ha embarcado en el proyecto ‘Cóncavo y con verso’, en el que fusionan la lectura de poemas con las composiciones musicales de autor.