Noticia: El escultor granadino Wenceslao Jiménez se reencuentra con Pablo Neruda en Telde
19 de enero de 2018
Y el escultor se reencontró con la escultura. El artista granadino Wenceslao Jiménez, ganador de diversos certámenenes nacionales, ofreció en la noche de este jueves una conferencia en la Casa-Museo León y Castillo, acto que le permitió verse cara a cara de nuevo con el busto en bronce del poeta Pablo Neruda que donó en diciembre a este espacio del Cabildo de Gran Canaria en Telde.
Jiménez, con obra presente en múltiples museos, colecciones privadas y espacios públicos de España, Europa y Chile, participó en una velada muy especial donde la escultura tomó la palabra y que contó también con la intervención del escultor grancanario Luis Arencibia, nacido en Telde en 1946 y residente en Madrid.
“Me voy encantado por el lugar que ocupa el busto y por una cita que resultó muy entrañable”, destaca Jiménez, que centró su intervención en la presencia de la obra conmemorativa en su trayectoria, donde jamás ha comprometido su libertad creativa y que ha dejado, entre otras muestras, el homenaje a las víctiras del 11M denominado ‘La puerta de la paz’ o la pieza de tributo a El Quijote a través de la figura de Rocinante (‘Rocinante según Don Quijote’).
Arencibia y Jiménez mantienen lazos personales y artísticos que han cristalizado, por ejemplo, en el hecho de que la obra ‘Neptuno’, escultura del primero de ellos que se levanta entre las aguas en la playa teldense de Melenara, se fraguó precisamente en la fundición de Wenceslao Jiménez, autor también de las posteriores reparaciones obligadas por los efectos de los temporales de mar sobre la recreación del mitológico personaje.
La donación del busto de Neruda a esta casa-museo que gestiona la Consejería de Cultura del Cabildo ‘hermana’ a las figuras de Neruda y León y Castillo, pues en ambos coincidió la circunstancia de ser embajadores de sus respectivos países en París, entre 1887 y 1918 en el caso del político teldense y a comienzos de la década de los setenta del siglo XX en el caso del bardo chileno, siguiendo en su caso una tradición de grandes escritores como representantes diplomáticos en la capital francesa integrada también por Eça de Queirós o Rubén Darío.
La escultura se dispone sobre una peana obra del propio escultor que integra un conjunto bello pero austero -en sintonía con la personalidad del poeta- de aproximadamente 1,70 metros de altura, dando así la sensación de estar a la altura de cualquier espectador o espectadora.
Este Pablo Neruda de bronce ha quedado instalado en la planta alta de la Casa-Museo León y Castillo, concretamente en una zona denominada El Barandal, un espacio cubierto por una pérgola y muy propicio para las musas, ya que este rincón es utilizado para talleres artísticos y literarios, además de haberse ideado para procurar un espacio de reposo al visitante.