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Noticia: La Biblioteca Insular mantiene una videoconferencia con el dramaturgo Carlos Be en la que hablará de su contribución al teatro contemporáneo

31 de mayo de 2019

El club ‘Fronterizos’ de la Biblioteca Insular del Cabildo de Gran Canaria mantendrá una charla por videoconferencia con el dramaturgo Carlos  Be,  el día 4 de junio, a las 19.00 horas, en la que el autor catalán se referirá a sus claves escénicas y responderá a las preguntas que el público le formule. Be está considerado como uno de los tres dramaturgos jóvenes más estrenados de la última década en España, junto a Jordi Casanovas y Juan Carlos Rubio

Con esta iniciativa concluye el ciclo denominado ‘Teatro: la cuarta pared’ que ha estado coordinado en esta ocasión por la escritora grancanaria de 24 años Elisenda Romano Díaz, graduada en Lengua Española y Literatura Hispánica en la ULPGC.

Según Romano “las obras del dramaturgo Carlos Be utilizan las palabras para apuñalar las convenciones sociales y volverse contra los remordimientos del espectador. Vivir las obras del autor o leerlas es absorber diálogos e imágenes que van más allá del escenario y se quedan en el pozo de la consciencia, algunas ideas dormidas, otras muy despiertas, pero siempre ahí, para salir a la superficie y mirarnos a los ojos”.

Carlos Be (Vilanova i la Geltrú - 1974) entre 2003 y 2017 combina la autoría teatral con la dirección escénica de una docena de espectáculos para las compañías de las que es fundador, The Zombie Company y La Casa Be. Sus obras se han estrenado en Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Italia, México, Panamá, República Checa y Venezuela, y se han traducido al checo, eslovaco, inglés, italiano, polaco, portugués y ucraniano. En febrero de 2019 recibirá de la Fundación Rajatabla de Venezuela el XIX Premio Internacional Marco Antonio Ettedgui por su trayectoria artística.

La crítica le considera “uno de los principales protagonistas de esta movida madrileña teatral que se está viviendo en los últimos años” (Julio Bravo, ABC), “el enfant terrible del teatro madrileño” (José Luis Romo, El Mundo) y "un autor ignorado en el circuito comercial, pero llamado a empresas mayores” (Javier Villán, El Mundo).

Como autor teatral, ha publicado, entre otras obras, Noel Road 25: a genius like us (Premio Caja España de Teatro 2001), La extraordinaria muerte de Ulrike M. (finalista del Premio Casa de América - Festival Escena Contemporánea de Dramaturgia Innovadora 2005), Amén (2006), Origami (Premio Borne de Teatro 2006), Achicorias (2008), Llueven vacas (2008), La caja Pilcik (Premio Serantes de Teatro 2008), El niño herido (2009), Exhumación (2012), Peceras (2015), Muere, Numancia, muere (2015), La bondad de Margherita Barezzi (2016), Última denuncia antes de mi muerte (2017) y Malas hierbas (2018). Este mismo año recibe el Premio Francisco Nieva de Teatro Breve por ‘Cosas viciosas, feas y deshonestas’.

Todos aquellos espíritus libres que deseen unirse al espacio ‘Fronterizos’ pueden solicitar información en el Departamento de Proceso Técnico y de Extensión Cultural de la Biblioteca Insular, de 9.00 a 14.00 horas o llamando al teléfono 928. 382 672.

Según Elisenda Romano “nunca se habla suficiente sobre el arte en canarias y menos sobre el teatro, un ritual en el que los actores y el público son uno solo y no hay pantalla, papel o lienzo que los separe, solo una cuarta pared, invisible, tan invisible que se podría decir que no existe, que no hay nada que separe a los actores, creando una historia, y a un público que la mira y la piensa. La cuarta pared es tan invisible porque no está. Es una convención social. Nada impide al público subirse al escenario y tocar a los actores, como tampoco hay guion o director que impida romper la pared y bajar a la platea y reírse del público”.

“La realidad es bella y cruel y el arte no lo esconde bajo la alfombra o lo tapa con paredes, lo expone como una herida delante del espectador para que nazca de ello un ser humano más poderoso. Sin embargo, el arte sigue, el teatro sigue y la naturaleza trágica y asesina del ser humano también, quizá por eso sigue el arte y la vida, y quizá entre ambas tampoco haya tantas diferencias”, concluye.

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