Noticia: Juan José Medina: “Los grandes museos no tienen implantados los cuadros táctiles como la Casa de Colón”
10 de marzo de 2021
Juan José Medina, investigador y desarrollador de productos accesibles interactivos de la empresa Puntodis, asegura que los cuadros táctiles en altorrelieve que ha implantado la Casa de Colón dentro de su proyecto de accesibilidad en la comunicación “es como tocar el cielo para un ciego, pero también es muy interesante para personas que pueden ver, ya que se quedan admiradas de cómo son los parámetros en el trazo”.
Medina ha sido el responsable de la supervisión de la implantación del proyecto ‘Modos de ver’ que ha puesto en marcha este centro museístico dependiente de la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario para una accesibilidad universal y que ha desarollado la empresa Puntodis. Este sistema convierte a la Casa de Colón en pionera en Canarias, ya que hasta ahora el altorrelieve no se ha utilizado en las Islas en museos sino en mapas, paneles o señalética de zonas turísticas y cascos históricos.
Se trata de un recurso táctil, y también auditivo y visual, para que personas invidentes o de baja visión puedan descubrir cuatro cuadros: la tabla flamenca ‘Santa Catalina de Alejandría’ y las imágenes del Patio del Pozo y de la maqueta de la embarcación La Niña, además del mapa del primer viaje de Cristóbal Colón a América
Este experto en la accesibilidad en la comunicación, que perdió hace varios años su vista, será el encargado de impartir el día 11 de marzo, a las 19:00 horas, la charla gratuita ‘La ceguera y el arte para tocar’ para explicar los parámetros del altorrelieve en el trazo con los que se han realizado estas imágenes palpables de la Casa de Colón y que se incorporan al discurso didáctico y expositivo del museo a partir del 15 de marzo. Para acudir a esta conferencia es necesario inscripción previa en http://www.casadecolon.com/es/actividades.
Esta técnica de altorrelieve no está hecha sobre la pintura original, sino que se trata de un sistema muy estudiado ya que los diseñadores son licenciados en Bellas Artes, explica. “Para hacerlo tienen que tener un conocimiento del cuadro, para posteriormente estudiar las texturas más apropiadas para que una persona toque y entienda lo que está tocando”, añade.
Sobre la base primaria de la pintura, los responsables de desarrollar esta técnica en Puntodis estudian los parámetros del altorrelieve para que puedan ser comprensibles al tacto y, a la vez, los visitantes se guíen con la ayuda de la voz que les explica lo que está tocado para entenderlo, detalla.
Las cuatro imágenes de la Casa de Colón están compuestas por dos láminas de aluminio y una de fibra de vidrio entre ellas, mientras que la técnica del altorrelieve se realiza con un sistema patentado y creado a través de compuestos químicos y solubles. “Se crean relieves que al secarse duran y perduran. Lo importante es el acabado, porque la sensación al tacto tiene que ser agradable, ya que si me raya los dedos o me lija la mano, desisto, porque me crea estres”, explica.
En el caso de la tabla flamenca ‘Santa Catalina de Alejandría’, por ejemplo, se realizó a partir de una imagen en alta resolución y se estudió qué texturas le iban mejor a la cara, a la corona o las formas, detalla Medina. No solo se estudia el proceso de impresión, sino también los textos y la historia de cada cuadro. De hecho, asegura que les ha llevado cuatro meses culminar las cuatro imágenes de la Casa de Colón.
La empresa Puntodis ha realizado trabajos similares en el Museo Guggenheim, de Bilbao, pero en este caso es un cuaderno con siete láminas de distintos elementos de este recinto que le muestran a las personas invidentes en cuanto acceden. También trabajan actualmente en el Museo del Prado, de Madrid, para confeccionar un cuaderno similar con láminas para tocar. “Los grandes museos no tienen todavía esta técnica generalizada, tienen otras diferentes, como en tinta, pero que no han tenido éxito”, asegura.
Esta técnica sí lleva tiempo en Canarias en planos interactivos de zonas turísticas, como en la Playa de Las Canteras, donde también hay señalética tanto en altorrelieve en el trazo, como en tinta, en Braille y en voz. También está en puntos turísticos de municipios como Telde y Agaete, y en diferentes zonas de Tenerife, incluido el tranvía. El Pabellón Gran Canaria Arena tiene suelo podotáctil para personas invidentes.
Esta empresa también ha realizado imágenes en altorrelieve en el Museo Arqueológico de Madrid, a petición de la ONCE, y en la actualidad desarrolla otro proyecto en Villajoyosa, en Alicante, en un yacimiento romano y un museo arqueológico.
Su sistema Map’s Voice, de mapas, está instalado en 25 ciudades españolas, especialmente enfocado al turismo y a la información de playas, cascos históricos y zonas arqueológicos. También está en la Universidad La Salle, en la ciudad financiera de Santander, en Atocha y en centros comerciales. Sus servicios están también ideados para hoteles y restaurantes, con cartas interactivas, y también está disponible en México, Ecuador, Perú y Chile.
La Casa de Colón, doblemente pionera
La Casa de Colón no es solo pionera en las Islas en los cuadros en altorrelieve, sino que también lo fue hace más de cinco años, tras la primera reforma de accesibilidad, cuando implantó un sistema interactivo de guiado, tanto en paneles, como en tinta, en Braille y en audio, también de Puntodis, que indica en seis idiomas dónde está el visitante en cada momento y le ofrece información de cada sala. “Es muy importante porque es una información útil para todos, para ciegos porque pueden llegar, pero también para cualquier visitante”, detalla.
Mediante este sistema, gracias a un código QR el visitante puede llegar a todas las salas del museo en ruso, en japonés, en alemán, en inglés o en árabe, explica Medina, al tiempo que añade que se trata de una accesibilidad ampliada, porque elimina la barrera del idioma e incluso es útil para una persona que se ha dejado olvidada en casa sus gafas. “Si yo, cuando diseño estos sistemas, pensara solo en los ciegos, estaría discriminando al resto de la población”, especifica.
De la alta cocina a los proyectos accesibles
La anterior profesión de Juan José Medina fue la cocina de alto nivel y tras pasar por hoteles y restaurantes de lujo inauguró en Barcelona su propio restaurante, que llegó a ser mencionado para una Estrella Michelin, hasta que la vista le obligó a dejar esta profesión.
En 1991 recaló en Canarias para dirigir su empresa de importación y distribución de alimentos al mayor para hostelería hasta que en 1997 se complicó más su visión y decide venderla. A partir de entonces, comenzó a interesarse por la accesibilidad y realizó cursos en ONCE para adaptarse a su nueva vida sin visión y para aplicar las nuevas tecnologías del momento para desarrollar sus nuevas sensaciones.
En 2004 demandaron su colaboración en el desarrollo de una aplicación web con la operadora de datos Lleida.net, un servicio de envíos de SMS accesibles por el cual los ciegos y sordo ciegos pueden mandar desde su ordenador mensajes de texto a móviles y recibir respuesta en su correo electrónico para su lectura con línea Braille, y responder desde el mismo ordenador.
En 2008 comenzó a colaborar con la empresa Puntodis en el departamento de investigación y desarrollo de nuevos productos y tecnologías avanzadas accesibles, donde actualmente también es director comercial para Iberoamérica.
Además, participa habitualmente como experto en señalización accesible y en el comité técnico de la norma Española UNE, 170002, que agrupa la señalización con los requisitos para rótulos accesibles con Braille, altorrelieve y otros derivados para la accesibilidad universal.
En Puntodis combina su experiencia en la restauración con la aplicación de la accesibilidad en los establecimientos hoteleros, por lo que en 2015 colaboró de forma directa en el desarrollo de la carta interactiva, higiénica y accesible, Chef’s Voice, para restaurantes y hoteles.