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Noticia: El CAAM rinde tributo al artista canario Manolo Millares en el 50º aniversario de su fallecimiento

8 de julio de 2022

El Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) presenta la exposición Homenaje a Manolo Millares que rinde tributo a este artista canario y universal en el 50º aniversario de su muerte, a través de una selección de una veintena de sus obras pertenecientes a los fondos de esta institución cultural, que trazan un recorrido singular por diferentes etapas de su trayectoria artística.

La muestra se inaugura hoy, a las 20.00 horas, en un acto encabezado por la consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina, y permanece expuesta hasta el 18 de septiembre de 2022, en la sede principal del CAAM, con entrada libre y gratuita para todos los públicos.

Antes de la inauguración, Juan Manuel Bonet, escritor, crítico de arte y uno de los más reputados especialistas en la obra de Millares, imparte a las 18.00 horas una conferencia sobre su obra, y desde las 19.00 horas comienza una mesa diálogo con las intervenciones de Coro Millares, Fernando Castro Borrego y el propio Bonet.

La exposición recoge una parte de la producción artística de Millares que va desde los años cincuenta hasta sus últimas obras de los inicios de los setenta, e incluye una valiosa pieza inédita, muy cercana al Indigenismo, que forma parte de la colección de Elvireta Escobio, artista y viuda de Millares. La muestra se completa con una selección de publicaciones desde los fondos bibliográficos del CAAM las ediciones bibliográficas sobre este autor, cuyo trabajo está considerado como uno de los universos plásticos más singulares del arte español de la segunda mitad del siglo XX.

Manuel Millares Sall (Las Palmas de Gran Canaria, 1926 – Madrid, 1972) es uno de los artistas españoles de más proyección y reconocimiento internacional. Fue uno de los creadores que participó activamente en la renovación de los lenguajes plásticos en España. En Canarias impulsó en 1950 la creación del grupo LADAC (Los Arqueros del Arte Contemporáneo) y en Madrid fue cofundador del célebre grupo El Paso (1957-1960). Pese a su temprana muerte, Millares construyó un universo creativo propio, marcado por el desasosiego y su espíritu inconformista, en un contexto histórico complicado en el que España sufría la represión de la dictadura militar y el arte moderno intentaba sobrevivir en condiciones muy difíciles.

La exposición, en la planta -1 del CAAM, comienza su itinerario a partir de obras figurativas de los años 50 en las que confluyen sus tanteos impresionistas y posimpresionistas como en sus pinturas Retrato de Alonso Quesada (1951), dedicada al poeta canario posmodernista, y El primer mutilado de paz que conocí (1953), en homenaje a su padre, o el dibujo Juan Millares (1950) que retrata a su tío paterno.

Junto a ello, el estudio de la obra de Picasso ejerció sin duda una influencia en Millares, como lo hizo con otros muchos grandes artistas del siglo XX, y se manifiesta en obras como Composición, Cristo, Arlequín, Torero y Maternidad, así como una pieza de cerámica de 1956 que también se incluye en esta exposición. Por su parte, la obra Nuevas realidades podría considerarse una pintura de transición con reminiscencias picassianas y mironianas.

Estas obras constituyen el preámbulo que nos conduce al Millares de los años sesenta y setenta, en los que su obra evoluciona formal y cromáticamente, sintetizándose en los colores negro, blanco, rojo y ocre, haciendo igualmente uso de nuevos materiales como la fundamental arpillera, incorporando sus obras volumen y oquedades.

De estas dos décadas fundamentales la colección del CAAM Cabildo de Gran Canaria cuenta con obras realizadas sobre papel, dibujos a tinta china y grabados, tales como los cinco grabados de su serie Antropofauna (1970), el de la carpeta El Paso o los grabados, Sin título, en los que entrelaza la abstracción con elementos textuales.

El recorrido de la muestra concluye con la exhibición de una emblemática obra de sus series de arpilleras, el Cuadro 111 (1960). Tanto sus series de obras de los años cincuenta, emanadas de sus visitas al Museo Canario, como sus posteriores arpilleras, esenciales en la definición y construcción de su más significativo lenguaje, son representativas de su fascinación por el pasado aborigen canario.

Cabe recordar que el Centro Atlántico de Arte Moderno ha exhibido en numerosas ocasiones en sus más de treinta años de trayectoria obras de Manolo Millares en proyectos colectivos relacionados con Canarias o en proyectos nacionales e internaciones, y ha presentado igualmente en distintos momentos dos grandes exposiciones retrospectivas dedicadas a la obra de este autor, Millares (1992) y Millares. Luto de Oriente y Occidente (2004).

Este año, para conmemorar los 50 años de su fallecimiento, la muestra Homenaje a Millares la produce el CAAM desde sus propios fondos, como así ha hecho con los tributos que ha rendido a artistas recientemente desaparecidos, o a aquellos otros en los que se conmemore el centenario de su nacimiento, volviendo de esta manera a remarcar la relevancia de los mismos en la construcción de la vanguardia y modernidad en Canarias. En este sentido se ha rendido tributo desde la Colección CAAM en estos últimos años a artistas como Pedro González, María Belén Morales, Alejandro Reino, Juan Hidalgo, Baudilio Miro Mainou y Lola Massieu.

En el contexto de este homenaje a Millares, el CAAM prepara la publicación del libro Correspondencia Manolo Millares - Felo Monzón, una edición crítica de la mano del profesor José Luis de la Nuez Santana. Un libro recopilatorio, epistolario que recoge la correspondencia que mantuvieron durante años Manolo Millares y Felo Monzón, éste último uno de los artistas e intelectuales más influyentes de las Islas, profesor y director de la Escuela Luján Pérez, y uno de los artífices del movimiento indigenista en Canarias.

Este volumen reúne un total de 48 cartas, cuatro postales y tres tarjetas que se intercambiaron Millares y Monzón entre 1955 y 1971, procedentes de los archivos de Elvireta Escobio y de la familia Monzón Geara.

 

BIOGRAFÍA

De formación autodidacta, Manolo Millares realiza sus primeros dibujos del natural de forma temprana. En 1940, el encuentro con Felo Monzón y Martín Chirino resulta decisivo para el desarrollo de su actividad artística.

Desde 1945 expone de manera individual en el Círculo Mercantil, en el Gabinete Literario y en El Museo Canario, de Las Palmas de Gran Canaria, obras figurativas en acuarela y pinturas vinculadas al Surrealismo.

La experiencia de la contemplación de los vestigios prehispánicos en El Museo Canario ejercerá una influencia profunda en su obra. En 1949 participa en la emblemática revista Planas de Poesía, que comparte con sus hermanos Agustín y José María. Consecuencia de su interés por la cultura vernácula, su producción pictórica tiende hacia una línea más constructivista y aborigen.

Al año siguiente impulsa la actividad del grupo LADAC (Los Arqueros del Arte Contemporáneo) con varias exposiciones y la edición de la colección de monografías de arte, Los Arqueros, junto a la celebración de conferencias con la participación de destacados críticos, músicos y poetas.

Manolo Millares se presenta a la I Bienal Hispanoamericana de Arte en Madrid (1951), de la mano de Eduardo Westerdahl, con una obra que le relaciona ya directamente con la plástica abstracta española.

Las Pictografías canarias, piezas próximas a las pintaderas, conforman un periodo fundamental en su evolución estilística, fruto de su pasión por la arqueología y sus contactos con El Museo Canario, sus visitas a diversos yacimientos de la isla de Gran Canaria y su relación con la Escuela de Altamira.

En 1955 abandona la Isla, junto a otros artistas, para residir definitivamente en Madrid con su compañera, la también artista Elvireta Escobio. En este momento su pintura incorpora nuevos materiales, entre los que destaca la arpillera, que se convertirá en la base de toda su producción futura.

En 1957 cofunda el Grupo El Paso, revulsivo en la vanguardia española de los años cincuenta. Su obra experimenta una evolución dramática que reduce la gama de colores al negro, blanco, rojo y ocre, las formas adquieren un volumen y unas oquedades conmovedoras. Trabaja además con otros soportes y técnicas, como la pintura sobre papel, los dibujos a tinta china y la fascinación desde la infancia por el grabado, que se manifiesta en producciones como la magnífica carpeta de aguafuertes, Antropofauna, editada por Gustavo Gili.

Su proyección internacional se afianza con numerosas exposiciones alrededor del mundo, y el color blanco triunfa en la arpillera. Son los años de las series Homúnculos, Neanderthalios, Personajes caídos o Antropofaunas, a las que seguirá la emblemática Artefactos, entre otras.

Durante los años 60 y tras su prematuro fallecimiento en 1972, las muestras internacionales de su obra han sido numerosas. En 2004 se publicó su catálogo razonado.

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