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Noticia: Sergio Hernández, premio Viera y Clavijo de Humanidades: “La determinación de Canarias como región ultraperiférica es relativa”

13 de noviembre de 2022

La juventud de Sergio Hernández Suárez (Vega de San Mateo, 1991) demuestra que el relevo generacional en el campo de la investigación histórica de nuestro archipiélago está asegurado. Hernández, graduado en Historia por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, es el flamante ganador del Premio Viera y Clavijo de Humanidades, por la investigación contenida en su trabajo ‘El Cabildo de La Palma durante el reinado de Felipe II’. El galardón, impulsado por el Cabildo de Gran Canaria, a través de la Casa de Colón, se propone fomentar la investigación en el ámbito de las humanidades en Canarias y lleva consigo la publicación de la obra ganadora, así como una gratificación de 7.000 euros. El premio se entrega el 14 de noviembre, a las 19:30 horas, en la Casa de Colón.

A la finalización de la dominación de Canarias por parte de la corona de Castilla, se implantó en cada isla la administración municipal que se había venido desarrollando en la Península castellana durante los últimos siglos del bajo medievo: el Concejo. Sergio Hernández analiza en su trabajo el establecimiento de esta curiosa institución en la isla de La Palma, estudiando la creación del propio concejo, el desarrollo de las sesiones, el lugar de celebración y las competencias que poseían estos municipios-isla. Sus competencias eran muy amplias: gubernativas y de justicia en primera instancia, económicas (abastecimiento y fijación de precios), comerciales, defensivas, sanitarias, urbanísticas, de asistencia social, de seguridad y orden público, entre otras.

“Además, dedicamos un capítulo a cada uno de los oficios fundamentales que conforman su estructura jerárquica”, explica el ganador del Viera y Clavijo. “Por un lado, la Justicia, generalmente desempeñada por un gobernador, que en la mayor parte del período estudiado es sustituido por su teniente en La Palma, al compartir gobernación con Tenerife; los regidores, núcleo mayoritario de la corporación que va accediendo a los oficios fundamentalmente por medio de las renuncias o los acrecentamientos; y otros oficios menores, entre los que incluimos cargos que no siempre tenían acceso a las sesiones del concejo, pero que eran fundamentales para ejecutar los acuerdos llevados a cabo en la misma institución” aclara.

Islas repartidas entre los señores y la corona

En Canarias, durante el siglo XV se produjeron dos modelos diferenciados de dominación europea que marcaron decisivamente el tipo de concejo que se implantó en cada isla. De este modo, en aquellas que fueron dominadas a inicios de la centuria (Fuerteventura, El Hierro, Lanzarote y posteriormente La Gomera) por medio de la financiación privada de señores, aunque con el beneplácito de la corona de Castilla, se instauraron concejos de señorío. “Ellos dirimían la mayoría de las decisiones que competían a la isla”, explica Sergio Hernández.

Frente a ello, a finales del siglo XVI, la corona de Castilla, mucho más fortalecida en el contexto de creación del Estado absolutista, financió de manera directa la dominación de las tres islas restantes: Gran Canaria, La Palma y Tenerife.  “En ellas, se implantaron cabildos de realengo, en los que la corona elegía de manera directa al gobernador, representante regio y máxima figura del concejo, por lo que todas las decisiones tomadas lo hacían en su nombre”.

Sin embargo, Tenerife y La Palma contaron con la particularidad de que, al finalizar la conquista, la gobernación vitalicia de ambos concejos fue concedida a Alonso Fernández de Lugo. A ello se sumó que, desde 1519, la gobernación vitalicia también se volvió hereditaria, por lo que, tras la muerte del primero, lo sucedió su hijo Pedro Fernández de Lugo desde 1525 hasta 1535, cuando parte hacia Colombia, donde finalmente muere. Por ello, la primera designación regia de un gobernador de Tenerife y La Palma se produjo en 1537, mediante el nombramiento de Alonso Yánez Ávila. “El sistema de cabildos de señorío y de realengo pervivió hasta las reformas llevadas a cabo a inicios del siglo XIX”, recuerda el joven historiador.

Canarias en el siglo XVI

Sergio Hernández ha analizado ampliamente la posición de las Islas Canarias tras su incorporación a la corona de Castilla. “Se integraron en el contexto de la expansión atlántica, por lo que su posición estratégica como punto de parada casi obligatorio de los barcos que se avituallaban para continuar su viaje hacia los territorios americanos de la corona devino en que paulatinamente fuese ganando importancia en el contexto de las relaciones entre ambos lados del Océano”, afirma rotundo. “Además, la llegada inicial de poblaciones procedentes de muchos territorios de Europa generó la creación de una nueva sociedad europea en el Atlántico”.

Hernández considera que el estudio de las instituciones es fundamental para conocer el contexto en el que se enmarca la historia de Canarias durante los siglos de la Edad Moderna. “Los antiguos cabildos ejercían como ayuntamientos únicos en la isla de su jurisdicción, por lo que, mediante la investigación y su análisis, podemos comprobar las competencias que tenían estas instituciones, y, por tanto, la regularización y la vida cotidiana de los habitantes que poblaban las islas en este período”.

En el ojo del corsario

Como experto en la Edad Moderna en Canarias, Hernández no cree que llegara a peligrar la soberanía castellana sobre el archipiélago, a pesar de los continuos ataques piráticos que protagonizaron este periodo. “Al menos durante el siglo XVI, la mayoría de los ataques corsarios que se produjeron contra Canarias tenían como misión fundamental el intento de saqueo rápido de los núcleos en los que las élites poseían una mayor acumulación de riqueza, es decir, las ciudades.  Por poner un ejemplo, en el siglo XVI, los ataques perpetrados contra La Palma fueron generados por corsarios enviados por las coronas enemigas de la Monarquía Hispánica; sin ir más lejos, en el auge de los conflictos contra la corona de Francia, se produjo el famoso ataque corsario de François Le Clerc (Pie de Palo) contra Santa Cruz de La Palma entre el 21 y el 30 de julio de 1553”.

Probablemente, el mismo cometido buscaba el famoso Francis Drake, al servicio de la corona inglesa, al acometer un ataque contra el mismo emplazamiento el 13 de noviembre de 1585, aunque con un destino totalmente diferente, ya que, “como se relata en los Libros de Acuerdos”, recuerda Hernández, “un disparo desde la Torre de San Miguel dio en el blanco en la nave capitana, y por tanto, supuso la victoria de la defensa palmera contra unos corsarios ingleses que probablemente buscaban saquear e incendiar la ciudad como método de debilitar algunos territorios de la Monarquía Hispánica, aunque sin intención de reclamar la soberanía del territorio”.

¿Territorio ultraperiférico?

El profesor Sergio Hernández pone en duda la consideración histórica de Canarias como una región ultraperiférica en el contexto europeo. “Bueno, si se me permite, la determinación de Canarias como región ultraperiférica es relativa en diversos contextos y períodos: por ejemplo, efectivamente el archipiélago fue un territorio alejado de la corte, pero, si hablamos en el tráfico marítimo entre la Península Ibérica y América en el siglo XVI, una noticia por carta podía arribar primero a Canarias que a la corte, por lo que, en este caso, el concepto de periférico sería aplicado al lugar donde se encontrase el rey”, contextualiza el investigador.

Más allá de un ejemplo de estas características, Hernández cree que “Canarias siempre mantuvo su posición estratégica en el contexto tricontinental, ya que se encuentra a medio camino entre África (su continente geográfico), Europa y América, tanto en obvios términos geográficos como en los procesos migratorios, sociales y culturales. Con ello, el archipiélago continúa siendo, en palabras empleadas (a mi juicio muy acertadamente) por los profesores Juan Manuel y Germán Santana Pérez, como una “puerta en el mar”, no solo en el contexto europeo, sino también en la realidad africana y americana. Canarias cuenta con esa ventaja de estar a medio camino de los tres continentes, y, sin embargo, ser camino imprescindible y necesario entre todos ellos”.

Después de estudiar a fondo las instituciones durante la Edad Moderna, el joven investigador, aun asegurando que no se pueden comparar los cabildos que funcionaron en Canarias hasta el Antiguo Régimen con los actuales, cree que la existencia de la institución, tal y como está configurada hoy día, “favorece la defensa de las decisiones de cada isla con una sola voz, especialmente en aquellas islas no capitalinas. Para esos territorios, la existencia del cabildo tiene aún más sentido si cabe”.

Premiar la historiografía canaria

El premio Viera y Clavijo de Humanidades tiene una importancia fundamental desde hace décadas para dar a conocer y poner en valor los nuevos trabajos historiográficos que van surgiendo en Canarias. Sergio Hernández recuerda que, desde los inicios de la segunda mitad del siglo XX, “ha sido concedido a historiadoras e historiadores de gran relevancia para el desarrollo de la historiografía canaria a través de sus valiosos trabajos, que se han convertido en obras de referencia para la nueva generación de historiadores no solo en el archipiélago, si no en muchos lugares del mundo”.  Sin ir más lejos, el premio ha sido otorgado a historiadores de gran renombre como Julio Hernández García, Manuel Lobo Cabrera, Francisco Fajardo Spínola, María de los Reyes Hernández Socorro o Teresa Noreña.

Sobre Sergio Hernández

Sergio Hernández Suárez, nacido en la Vega de San Mateo en 1991, es graduado en Historia por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y posee un máster en Historia Moderna por la Universidad Autónoma de Madrid. Es, además, y pese a su juventud, doctor en Historia (2022) por la ULPGC, con una tesis dirigida por el catedrático de Historia Moderna Manuel Lobo Cabrera.

Contratado predoctoral de la Universidad de Las Palmas (2018-2022), ha impartido docencia relativa a la Historia Moderna de Canarias. Ha ofrecido, asimismo, una docena de conferencias en diferentes países.

Sus investigaciones se enfocan hacia el estudio de las instituciones, con especial énfasis en los cabildos de realengo canarios durante la edad Moderna, incidiendo en la transcripción de fuentes primarias del siglo XVI. Además, ha publicado distintos estudios en revistas internacionales de alto impacto.

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