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Noticia: Gilberto Martel (ITC): “El uso de los recursos alternativos en los cultivos es esencial para ser resilientes frente al cambio climático

18 de octubre de 2023

¿En qué consiste el proyecto VERCOCHAR?

 

VERCOCHAR es un proyecto cofinanciado por el Programa europeo INTERREG-MAC 2014-2020, liderado por el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) y que tiene como objetivo principal mejorar la respuesta de las poblaciones y los ecosistemas ante los efectos del cambio climático, facilitando la regeneración de suelos afectados por erosión, sequía, escorrentías o desertificación, y la puesta en marcha de acciones que favorezcan la resiliencia, la adaptación al cambio climático.

Concretamente, se centra en evaluar el potencial de los residuos orgánicos transformados en compost, vermicompost o biochar, como herramienta para combatir la degradación y pérdida de suelo, favoreciendo el secuestro de carbono. Y es que el uso de los recursos alternativos en los cultivos es esencial para ser resilientes frente al cambio climático.

¿Se han llevado a cabo pruebas de su eficacia real?

 

Se realizan acciones experimentales de mejora de suelos a través de la aplicación de estos residuos orgánicos locales transformados, y se investiga el efecto real y cómo se puede disminuir la vulnerabilidad de las poblaciones a los riesgos naturales como la sequía, permitiendo el ahorro de agua o que los cultivos de secano puedan sobrevivir en las condiciones extremas a que se ven sometidos. Todo ello ha ido acompañado de medidas para reforzar las capacidades, cualificar, informar y sensibilizar a la población local en la importancia del suelo, su manejo, regeneración, conservación y en el establecimiento de estrategias mitigadoras y adaptativas al cambio climático.

Hay que decir que todo este trabajo se ha desarrollado, de forma colaborativa, entre socios de Azores, Madeira, Canarias, Cabo Verde, Senegal y Mauritania, donde han confluido desde universidades, centros tecnológicos y de investigación aplicada hasta entidades locales y privadas que ayudan a transferir los conocimientos generados a la población en general.

 

¿En qué estado de desarrollo actual está la iniciativa y cuáles son sus primeros resultados?

 

El proyecto comenzó en 2019 y se encuentra ya en su fase final, aunque existe interés de los socios por dar continuidad a las iniciativas. Recientemente tuvimos unas jornadas técnicas para compartir resultados en Madeira, y próximamente se organizarán otras en Gran Canaria.

En general, se han obtenido múltiples resultados interesantes, como el aprovechamiento de diversos tipos de materiales orgánicos como podas de palmera y olivos, anea, bagazo de caña dulce o lodos deshidratados de depuradora para la producción de carbón (Biochar). También su caracterización, teniendo en cuenta diferentes formas artesanales de elaboración y la evaluación de los efectos de su aplicación en suelo sobre las propiedades del mismo y en los cultivos, en varias parcelas experimentales y cultivos de Canarias, Cabo Verde, Senegal y Mauritania.

El ITC también ha aportado su experiencia para valorar el efecto del biochar en la recuperación de suelos contaminados, como inmovilizador de pesticidas persistentes presentes en los mismos. Desde Azores se han centrado en mejorar las técnicas de compostaje con las materias orgánicas disponibles, como los lodos de la industria lechera, y en Madeira se han evaluado los efectos de la aplicación de compost y biochar en la mejora de suelos y cultivos. Todo ello ha estado acompañado de estrategias de sensibilización y formación de adultos desarrolladas por la Fundación Radio ECCA.

 

¿En qué consiste exactamente el proceso que permite aprovechar el agua de forma que contribuya a luchar contra el cambio climático?

 

Hay varias vías para conseguir esto. Una de ellas es conseguir ahorrar agua con técnicas más eficientes de riego y aplicando el agua cuando se necesita, donde se necesita y en la cantidad adecuada. Esto no sólo se consigue con sistemas de riego localizados, sino que también hay que comenzar a introducir la cultura de medir y conocer la demanda hídrica de los cultivos influenciada por su estado fenológico y las condiciones meteorológicas específicas que determinan la evapotranspiración del agua, que se ve incrementada por el cambio climático, lo que puede requerir riegos de apoyo en momentos específicos para salvar un cultivo o nos puede permitir reducir los riegos porque las condiciones lo favorecen. Otra forma es introducir el riego enterrado para reducir la evaporación del agua y aplicarla justo en el sistema radicular de la planta, o cubrir los suelos con acolchados de material vegetal para protegerlos y disminuir la pérdida de agua por evaporación.

Otra estrategia es la de promover el uso de recursos alternativos, como el agua residual depurada o regenerada. Se trata de un recurso independiente de las condiciones climáticas y que nos puede permitir ser resilientes e independientes de las situaciones de sequía o de sobreexplotación de acuíferos. Y, por último, la estrategia que promueve VERCOCHAR, que es la de mejorar los suelos incorporando materia orgánica residual transformada en compost, vermicompost y biochar con la expectativa, no sólo de mejorar sus condiciones en cuanto a disponibilidad de nutrientes y microorganismos, sino también para incrementar su capacidad para retener agua.

¿Qué otras iniciativas ecológicas serían susceptibles de ser implantadas o probadas en Canarias en relación con el aprovechamiento del agua?

 

Podríamos hablar de múltiples iniciativas, pero a mí me gusta organizarlas en el concepto global de conservación de los recursos hídricos y, específicamente, poniendo el acento en la gestión de la demanda más que en incrementar la oferta. Es fundamental potenciar de forma permanente la cultura de ahorro y uso eficiente del agua en todos los campos, uso doméstico, turístico, agrícola, o en espacios públicos, entre otros. En este sentido, el sistema educativo canario tiene un papel clave.

Por otro lado, habría que promover todas las iniciativas que realicen un aprovechamiento distribuido de las aguas pluviales en entornos urbanos y periurbanos. Aquí, por ejemplo, los sistemas de drenaje sostenible me parecen bastante esperanzadores. También es necesario primar y potenciar la reutilización segura del 100% de las aguas regeneradas. Y no menos importante es controlar y reducir de forma permanente las perdidas en las redes de transporte y distribución de abastecimiento público de agua.

¿Podría citar otros proyectos desarrollados por el ITC que contribuyan a la mejora de nuestra relación con el medio natural a través del agua?

 

Destacaría el proyecto ADAPTaRES, que ha incluido toda una serie de actuaciones encaminadas a demostrar la capacidad de adaptación al cambio climático a través de la reutilización de aguas residuales depuradas, el riego eficiente y la prevención y reducción de la contaminación. Otros proyectos muy relevantes y actuales son el proyecto DESALRO 2.0 (Plataforma experimental de tecnología de desalación de agua de mar por ósmosis inversa de elevada eficiencia energética) que está implementando una planta de ósmosis inversa en Gran Canaria con el menor consumo de energía posible del mercado (1,85 kWh/m3). Y en un ámbito más ambiental, destacaría el proyecto ABACO, que busca proporcionar soluciones concretas para la gestión de la calidad de las aguas de baño y sistemas de evaluación de riesgos de contaminación marina, para minimizar los fenómenos puntuales o difusos de contaminación que representan un peligro ambiental o sanitario y adoptar medidas para la preservación de la salud de los entornos costeros.

Trayectoria de Gilberto Martel

 

Gilberto Manuel Martel Rodríguez es ingeniero técnico industrial por la ULPGC. Inició su labor profesional en 1990 en Unión Eléctrica de Canarias como técnico en la Dirección Técnica y Subdirección de Transporte eléctrico. En 1996 cursó el Máster en Ingeniería y Gestión Medioambiental por la Escuela de Organización Industrial. A partir de aquí comienza su andadura en el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), participando y coordinando diversos proyectos relacionados con la gestión sostenible del agua y la promoción de las energías renovables. Gran parte de estos proyectos se realizan en cooperación con socios de la Unión Europea y el entorno africano.

Son de destacar, entre otros, el proyecto Aquamac ( Técnicas y Métodos para la Gestión Sostenible del Agua en la Macaronesia); Depuranat (Tratamiento de aguas residuales con finalidades productivas, en el ámbito rural y espacios naturales del Espacio Atlántico, mediante sistemas de tratamiento natural o de bajo coste energético) y el proyecto  ISLHáGUA (Refuerzo de las capacidades y competencias relativas a la gestión de los recursos hídricos en las Islas Canarias y Cabo Verde). Actualmente coordina el proyecto ADAPTaRES (Adaptación al cambio climático en la Macaronesia a través del uso eficiente del agua y su reutilización). A nivel personal ha participado y participa en el movimiento ecologista canario a través del Colectivo Turcón y de la Federación Ben Magec -Ecologistas en Acción, de la que ha sido secretario general.

 

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